Foto: Reuters Más allá de reuniones con inversionistas nacionales y extranjeros, así como compromisos de apoyo, es fundamental contar, antes que nada, con las condiciones que no solo aumenten el atractivo de invertir en el país, sino que también lo hagan prácticamente una necesidad para los países interesados, aseveró el Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP).
Lo anterior, al señalar que los 20 mil millones de dólares que se anunciaron en inversiones en el marco del CEO Dialogue, la semana pasada, sumados a los 143 anuncios que recientemente dio a conocer la Secretaría de Economía, en sus actividades de monitoreo del 1 de enero al 30 de junio del presente año, con una expectativa de 45 mil 464 millones de dólares, y que se suma a los 110 mil 744 millones de dólares reportados durante 2023, no será suficiente para sacar a flote la economía del país el próximo año.
Más aún, cuando instancias como el Fondo Monetario Internacional (FMI) siguen corrigiendo las expectativas de crecimiento del país a la baja, tanto para 2024 como para 2025, esto es, de 2.2% a 1.5% para esta anualidad, y de 1.6% a 1.3% para el siguiente año.
Por ello, en su análisis semanal, el organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), considera que la responsabilidad del nuevo gobierno radica en crear el ambiente idóneo en el que predomine el estado de derecho, reglas claras del juego para todos los participantes y se fortalezca la confianza para quienes desean invertir en la actividad productiva de México.
De ahí que, advierte, “mientras no haya resultados claros y palpables al respecto, los niveles de inversión seguirán siendo menores que lo que se requiere para lograr tasas de crecimiento elevadas y sostenidas”.
Y es que sostiene que el nerviosismo sobre cómo funcionará la economía con un sistema judicial dominado por el partido en el poder, esto es, Morena, y carente de los organismos autónomos que se encargaban de establecer las políticas públicas necesarias para que la actividad productiva funcionara de manera más eficiente en temas como regulación y transparencia, entre otros relevantes, “está aumentando y sin contrapesos efectivos será complicado fortalecer el atractivo de invertir en el país”.
El CEESP no deja de señalar que, un tema más reciente que ha aumentado el nerviosismo entre los inversionistas y empresarios es el posible endurecimiento de la postura de los Estados Unidos en la revisión que podría derivar en una renegociación del T-MEC, “independientemente de quien gane las próximas elecciones en ese país”.
Destaca que quizá, la variable más sensible en este contexto ha sido el tipo de cambio, que a partir del proceso electoral fue aumentando el nerviosismo que ha propiciado que desde ese proceso hasta ahora muestra una depreciación de 17%, es decir, casi tres pesos por arriba de su cotización un día antes de las elecciones, para ubicarse en 19.83 pesos por dólar.
En tanto que el índice de la Bolsa de Valores es otro indicador que refleja los niveles de incertidumbre, pues si bien a partir del 2 de junio el índice bursátil ha mostrado altibajos, su comportamiento muestra una tendencia a la baja; pues de hecho, desde las elecciones presidenciales hasta el cierre de la semana pasada, el indicador bursátil acumula una pérdida de 4.0 por ciento.
