El Gran Premio de Bélgica de 2025, enmarcará el primer fin de semana en el que Red Bull Racing participe en una carrera desde su incursión en la Fórmula 1 sin Christian Horner como director de equipo. Después de un prolongado descanso de tres semanas, la reanudación de la temporada promete un guión de intriga e incertidumbre dentro y fuera de la pista.

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La destitución de Horner, apenas tres días después del Gran Premio de Gran Bretaña, ha sacudido el paddock y promete dominar las conversaciones en Spa-Francorchamps, donde lo deportivo parece estar destinado a pasar a segundo plano en medio de este tenso ambiente provocado desde el garaje de la escudería de las bebidas energéticas.

Horner, de 52 años, expresó su sorpresa ante la decisión, al asegurar que no recibió ninguna explicación clara sobre su salida. Y esa declaración será la que marque la línea de la narrativa durante los próximos días en Bélgica. Bajo su liderazgo, Red Bull conquistó ocho campeonatos de pilotos y seis de constructores, lo que la consolidó como una potencia en la Fórmula 1.

Sin embargo, tras una temporada 2023 de dominio absoluto, el equipo dio muestras de flaqueza en 2024 y ahora, ha caído al cuarto lugar en la clasificación de constructores en 2025, un declive que culminó con el relevo de Horner de sus responsabilidades como director de equipo y director ejecutivo.

El nuevo encargado de liderar a Red Bull es Laurent Mekies, exdirector de Racing Bulls, el equipo satelital de la escudería. El francés enfrenta un desafío monumental, pues deberá revitalizar un equipo que lucha por competir contra McLaren, Ferrari y Mercedes en la carrera por los títulos.

Su experiencia en el Gran Circo y su familiaridad con el personal de Red Bull serán cruciales, pero el panorama es complicado, especialmente con la presión de gestionar a un piloto del calibre de Max Verstappen, cuatro veces campeón del mundo.

Ahora, en Spa, todas las miradas estarán puestas en cada movimiento de Mekies y Verstappen, así como en las opiniones de otros pilotos del entorno Red Bull, como Yuki Tsunoda, Isack Hadjar y Liam Lawson, sobre el impacto de esta transición. Además, los comentarios de antiguos colegas de Horner, ahora al frente de otros equipos, añadirán un toque de intriga al fin de semana.

Una de las teorías que circula en el paddock apunta a que la decisión de cesar a Horner podría estar vinculada al futuro de Verstappen, quien competirá por primera vez sin el británico en su esquina. Con figuras clave como Horner, el diseñador Adrian Newey fuera del equipo y hasta Checo Pérez, el tetracampeón neerlandés se erige como uno de los últimos pilares de la era dorada que siguen en Red Bull.

La gestión de Mekies podría marcar un punto de inflexión, especialmente si opta por reorientar la estrategia hacia un enfoque de “dos coches“, en contraste con la apuesta casi exclusiva por Verstappen durante los últimos años de Horner. Esta falta de competitividad en el campeonato de constructores ha sido una de las debilidades más evidentes del equipo en 2024 aún con el mexicano en la alineación.

El Gran Premio de Bélgica no solo será una prueba en la pista, sino también un momento clave para evaluar cómo la escudería de Milton Keynes se adapta a su nueva realidad bajo el liderazgo de Mekies. Con un equipo en transición y un contexto lleno de incertidumbre, Spa-Francorchamps será el escenario donde se escriba el primer capítulo de una nueva era dentro de una de las escuderías más exitosas de la Fórmula 1.