Hábitos 2.0 y el fin de otro año

Boris Berenzon Gorn Estamos a unas horas de pasar la página de otro año, 2023 se marcha, nos deja sus enseñanzas para bien y para mal y nos replantear lo que hemos hecho hasta hoy. Seguramente ya has pensado en nuevos propósitos para el año venidero, te has propuesto retos y objetivos, y tienes en

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Boris Berenzon Gorn

Estamos a unas horas de pasar la página de otro año, 2023 se marcha, nos deja sus enseñanzas para bien y para mal y nos replantear lo que hemos hecho hasta hoy. Seguramente ya has pensado en nuevos propósitos para el año venidero, te has propuesto retos y objetivos, y tienes en la mira algunas cosas que iniciar o cambiar este 2024. Estás por comenzar con fuerza renovada el próximo año y es hora de cambiar los hábitos poco benéficos por otros mejores.

Uno de los malos hábitos que usualmente no consideramos es el del uso desmedido de las redes sociales, el smartphone con fines de entretenimiento. Solemos pensar que es un problema de adolescentes que no pueden controlarse a sí mismos, que comparten y consumen contenido para vincularse con sus iguales. Sin embargo, aunque nos duela reconocerlo, los adultos de todas las edades también podríamos estar siendo víctimas de este mal.

Si bien, las redes sociales son parte fundamental de la vida como usuarios digitales, el acceso inconsciente y sin límite de tiempo puede ser perjudicial. Por un lado, dejamos de lado otras actividades más importantes, lo que nos conduce a la procrastinación. Por otro, conlleva una pérdida de realidad acerca de nuestras vidas y las de los demás. En las redes se construyen espejismos; se representa únicamente lo que esperamos que los demás vean y se arregla la vida a modo. Viajes, lujos, amor, experiencias: las redes están plagadas de ficción, porque, en definitiva, no reflejan la totalidad de la vida de una persona.

Aunque las redes sociales ocupan buena parte de nuestro tiempo, no está de más establecer límites y ejercer mayor control sobre nuestras preferencias. La mayoría los controles para determinarlas están disponibles en las plataformas, pero los algoritmos tienden a mostrarnos contenido similar a aquel con el que más interactuamos o que vemos con mayor frecuencia. ¿Viste diez videos de gatos? Te saldrán veinte más. Entonces, si utilizas las redes sociales con fines restringidos, es probable que te
encuentres en un bucle sin salida, consumiendo contenido de índole también restringida.

Tomar algunas acciones benéficas para regular el uso de las redes sociales y sus efectos, nos lleva a reconsiderar el tiempo que pasamos en ellas. En primer lugar, basta con poner un límite al tiempo en pantalla que puede configurarse en el celular o directamente en las aplicaciones. Es bueno ser conscientes de lo que hacemos en redes y evitar la automatización; ayudan las alarmas y pensar qué redes utilizarás considerando las actividades que ofrece cada una. ¿Sigues a amigos y familiares?,
¿consumes contenido de entretenimiento?, ¿buscas aprender algo?, ¿vas a enterarte de las noticias del día?, ¿quieres conectar con colegas? Dependiendo de tus respuestas podrás ir priorizando qué redes sociales te interesan más y definiendo cuánto tiempo pasar en cada una.

Pero quizá lo que más ayuda es diversificar nuestras acciones en la web 2.0, sacarle el máximo provecho al celular, la computadora o la tableta explotando más posibilidades y conociendo qué puedes hacer además de ver redes sociales, estudiar o trabajar. Primeramente, puedes aprender algo nuevo, simplemente buscando información sobre temas que te generen curiosidad y tratando de hacer preguntas. Con el tiempo, discriminar información se vuelve más y más fácil.

También hay gran cantidad de tutoriales, plataformas que ofrecen cursos gratuitos, aplicaciones dedicadas a enseñar idiomas, libros gratuitos, audiolibros, podcast, páginas que te permiten evaluar tu progreso en alguna actividad, entre otras. También es posible que inicies un proyecto, como escribir un blog o crear un videoblog. No tienes que tratar algo específico o importante; solo compartir alguna anécdota o hablar de lo que quieras, eso te permitirá dedicarte tiempo. Puedes aprender a usar herramientas nuevas, conocer las plataformas que emplean IA y hasta tomar cursos de canto. ¿Hay algo que siempre has querido hacer y no lo has hecho todavía? Quizá la respuesta está en la web.

Sean cuales sean tus propósitos, ¡Te deseo un feliz Año Nuevo!