En el corazón de la frontera, bajo el cielo despejado del Estadio Olímpico Benito Juárez, Toluca protagonizó una noche de redención al imponerse con autoridad 2-0 a un FC Juárez que, pese a sus esfuerzos, no pudo contener el vendaval de los escarlatas, dirigidos por el estratega Antonio “Turco” Mohamed, dejaron en el olvido su reciente tropiezo ante Tigres y desplegaron un fútbol vibrante, preciso y letal, consolidando su gran momento tras brillar como el equipo mexicano más destacado en la reciente Leagues Cup frente a los clubes de la Major League Soccer.
El encuentro comenzó con un Toluca decidido a marcar territorio, incluso sin piezas clave como Alexis Vega, quien recibió descanso tras el parón por el torneo internacional. Los Diablos, lejos de resentir las ausencias, mostraron una química envidiable y un planteamiento táctico que desarmó desde temprano las esperanzas de los Bravos.
Por su parte, el conjunto contrario apostó por un esquema defensivo, buscando orden y contención para frenar los embates toluqueños.
Sin embargo, la muralla juarense, aunque resistió los primeros embates, comenzó a mostrar grietas pasados los 30 minutos, y al regreso del descanso se desmoronó por completo.
El primer rugido de los Diablos llegó al minuto 34, cuando el portugués Joao Paulo Días, conocido como ‘Paulinho’ y bicampeón de goleo, hizo gala de su instinto goleador. Todo comenzó con una jugada magistral del paraguayo Robert Morales, quien se desmarcó con astucia por la banda derecha y, con un movimiento preciso, levantó la mirada para enviar un centro milimétrico al segundo palo. Ahí, como depredador en el área, apareció Paulinho, quien sin titubear conectó una volea espectacular que se incrustó en las redes, dejando sin reacción al arquero Sebastián Jurado.
El 1-0 desató la euforia entre los aficionados toluqueños que acompañaron a su equipo en la frontera, mientras los Bravos veían cómo su plan defensivo se tambaleaba.
El segundo tiempo apenas despuntaba cuando Toluca asestó el golpe definitivo. Corrían los primeros tres minutos de la parte complementaria cuando Nicolás Castro, con una irrupción fulgurante por el flanco izquierdo, dejó en evidencia las carencias de la zaga juarense.
El mediocampista escarlata avanzó con decisión, alzó la vista y colgó un balón teledirigido al corazón del área. Ahí, en una desatención clamorosa de la defensa local, emergió Juan Pablo Domínguez, quien, completamente solo, remató con un cabezazo cruzado que superó nuevamente a Jurado. El 2-0 fue un mazazo letal que sentenció el encuentro y apagó cualquier esperanza de reacción por parte de FC Juárez.
A partir de entonces, Toluca manejó los hilos del partido con autoridad, controlando la posesión y neutralizando los tímidos intentos de los Bravos por acercarse al arco defendido por Jurado.
Los Diablos, con un juego colectivo sólido y destellos individuales de calidad, no solo aseguraron los tres puntos, sino que dejaron claro que son un contendiente serio en la lucha por los primeros puestos.
El planteamiento de Mohamed, que combinó intensidad en la presión y precisión en el ataque, resultó un rompecabezas imposible de resolver para un FC Juárez que, a pesar de su esfuerzo, careció de ideas y profundidad para inquietar a su rival.
Con esta victoria, Toluca alcanzó los nueve puntos en la clasificación, instalándose en la tercera posición de la Tabla General, solo por detrás de los invictos Pachuca y Tigres, que lideran el torneo con paso firme.
Los Diablos Rojos, con su mezcla de experiencia y juventud, se perfilan como un equipo a seguir en la carrera por el título. En contraste, FC Juárez se hundió aún más en la tabla, quedándose en el penúltimo lugar con apenas dos unidades, reflejando una crisis de resultados que pone presión al proyecto fronterizo.

Foto: FC Juarez 


