Hay cuatro opciones

21, abril 2024

+ Felipe Arizmendi Esquivel

Obispo Emérito de SCLC

 

MIRAR

En la reciente asamblea plenaria de los obispos mexicanos, estuvieron los tres candidatos a la Presidencia de la República, en tiempos diferentes, con el mismo protocolo. Cada quien nos presentó, con sus propias características, tanto su visión de la realidad, como sus propuestas para mejorar los rubros económico, legislativo, político, social, educativo, judicial, ecológico, etc. Pudimos apreciar sus cualidades y su disponibilidad para continuar estos diálogos, si son elegidos para ese servicio.

Se les hicieron preguntas sobre la libertad religiosa, el modelo educativo actual, el problema del agua, el fenómeno migratorio, la desaparición de personas, la tala inmoderada e ilegal de madera, que abunda en varias partes, sin que las autoridades hagan lo debido para evitarla. A los tres se les insistió en cómo evitar la inseguridad, la violencia, el domino del crimen organizado, que invaden el país y que el gobierno no ha controlado. Cada quien respondió según su punto de vista. Podemos estar o no de acuerdo, pero nos escuchamos con respeto.

Se les preguntó también su actitud ante el aborto. Alguien respondió que su convicción personal es contraria a este procedimiento, pero que, si se le elige, debe jurar que respeta la Constitución y las leyes que de ella emanen, y en este caso la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya legisló a favor del mismo. Dijo que no lo promoverá, sino que ofrecerá las mayores ayudas a las mujeres en esta situación, para que el aborto no sea su única opción.

A alguien más se le cuestionó por qué apoya la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, siendo que esto es una atentado contra su crecimiento y desarrollo normal. Su respuesta fue que conoce a algunas de esas parejas que viven mejor que otras heterosexuales, y que no debe haber discriminación.

Son tres opciones que tenemos para votar. Cada quien debe elegir libremente y bien informado; ojalá que no sea por interés económico, sólo por los apoyos sociales que recibe. Nosotros no debemos usar nuestra autoridad pastoral para presionar el voto a favor o en contra de alguien, pero no debemos permanecer indiferentes ante el actual momento.

Hay una cuarta opción: la indiferencia, la apatía, el desinterés, el no votar, por razones de conciencia o porque se desconfía de los procesos electorales. Se respeta cuando esto se hace por convicción; pero es moralmente inaceptable cuando a alguien no le importa el presente y el futuro del país. ¡Eso es una falta de amor a los demás! Y que luego no se queje! De nuestro voto depende el bien de la comunidad nacional.

DISCERNIR

 

Los obispos, en nuestro mensaje al final de la asamblea, entre otras cosas, decimos:

 

No nos queda duda que vivimos un momento crucial. Por eso, nuestro amor por México nos impulsa a invitar a todos los mexicanos mayores de 18 años a que el próximo 2 de junio participen responsablemente con su voto. Unámonos para construir un México unido, seguro, libre y próspero. Hagamos que nuestro voto razonado y responsable sea escuchado y respetado. ¡Participar votando es una misión que nos toca a todos!”.

 

ACTUAR

Sintámonos responsables de nuestro país. Una forma de hacerlo es votar con libertad y conciencia, tratando de conocer la vida de los candidatos a los diferentes cargos. Valoremos su experiencia, su capacidad, su libertad, su historia de servicio a la comunidad, no dejándonos impresionar sólo por la propaganda y por los apoyos económicos que algunos reciben. Intensifiquemos la oración por la patria.