Hay más empleos pero con bajos salarios

25, marzo 2024

Aida Ramírez / Ovaciones

Foto: Cuartoscuro.com

Si bien es evidentemente que se ha observado una mejora constante en el aumento de la población ocupada después de la pandemia por Covid-19, la calidad del empleo no es la mejor, pues la mayor parte de la creación de nuevos puestos de trabajo se sigue observando en los niveles salariales más bajos alcanzando los 11 millones de personas, y sin acceso a servicios de salud.

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En su análisis semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), observa que los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), elaborada por el INEGI, muestran que en el primer mes de este año la población ocupada sumó 58.9 millones de personas, 553 mil más que en igual mes del año pasado.

 

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Si bien este fue uno de sus menores avances anuales, ya supera en 3.5 millones de ocupados su nivel prepandemia, lo que significa que en los últimos tres años se generaron un total de casi 1.2 millones de puestos de trabajo por año.

Lo anterior permitió que el número de personas que declararon estar desocupadas -aquellas que no estando ocupadas en la semana de referencia, buscaron activamente incorporarse a alguna actividad económica en algún momento del último mes transcurrido-, sumara 1.7 millones de personas, cifra inferior a la de 2023 como a la reportada antes de la pandemia; lo que significó que la tasa de desocupación se ubicara en 2.9%, casi un punto porcentual menor que su nivel de principios de 2020.

“No hay duda de lo benéfico que resulta para la población tener mayores oportunidades de ocupación, pero de igual importancia o más, es que sea de calidad, que permita a los trabajadores satisfacer sus necesidades familiares”, observa el CEESP.

Considera buena señal que en enero pasado se identificó como población subocupada -las personas ocupadas con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite-, a 4.2 millones de personas, lo que además de representar una disminución de 314 mil respecto al mismo mes del año pasado, fue 615 mil menor a su nivel prepandemia.

“Esto pareciera reflejar mejores condiciones del mercado laboral, aunque existen otros indicadores que no necesariamente son tan favorables”.

Así, observa que el acceso a los servicios de salud, factor determinante de la calidad del empleo en México, la ENOE indica que del aumento de 3.5 millones de personas de la población ocupada desde la pandemia, 2.1 millones consiguieron empleo con acceso a servicios de salud.

“Si bien el total de la población ocupada con este beneficio sumó 23 millones de personas, que representó el 39% de la ocupación del país, es evidente que los 35.5 millones que no cuentan con esta prestación es señal de los esfuerzos que se deben realizar aún para mejorar las condiciones laborales”.

Pero el nivel salarial es otro factor determinante de la calidad del empleo, pues el aumento en la demanda de empleos frente a la limitada apertura de fuentes de trabajo “incide en el nivel de los salarios que se ofrecen, contribuyendo a la precarización del empleo”.

Así, observa que la ENOE revela que, del total del aumento en el número de ocupados después de la pandemia, 10.9 millones de personas lograron ocuparse con un ingreso de hasta un salario mínimo (SM), y la ocupación de quienes tienen ingresos superiores a un salario mínimo se redujo en 8.9 millones de personas.

En el desglose, el segmento de ocupados con ingresos de más de uno hasta dos SM disminuyó en 1.8 millones; en el de hasta tres SM la baja fue de 3.8 millones de personas, en el de hasta cinco SM hubo una disminución de 2.4 millones y en el de más de cinco SM la baja fue de casi un millón.

Otro indicador que resalta la precarización del mercado laboral, dice el CEESP, es la tasa de condiciones críticas de ocupación, que representa el “porcentaje de la población ocupada que trabaja menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al SM y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos SM”, que en enero fue equivalente al 34.1% de la población ocupada, esto es, un aumento de 11 puntos porcentuales respecto a su nivel prepandemia; por lo que actualmente son 20.1 millones de personas las que se encuentran en esta condición laboral cuando en febrero del 2020 sumaban 12.7 millones.

“Evidentemente ha habido una mejora constante en el aumento de la población ocupada, pero también es claro que en materia de la calidad del empleo aún hay mucho que hacer. La mayor parte de la creación de nuevos puestos de trabajo se sigue observando en los niveles salariales más bajos y sin acceso a servicios de salud. Por ello los esfuerzos se deben centrar en el estímulo de la inversión productiva que propicie un incremento importante en el acervo de capital, con la posibilidad de ampliar las fuentes de trabajo con mejores condiciones”, puntualizó el organismo.