Hay que esperar a que Trump sea presidente de EU y ver si hace efectiva su amenaza de aplicar aranceles: Monex

Implementar aranceles no acordadas, contraviene espíritu del T-MEC: Concanaco-Servytur


Donald Trump
Reuters

El inicio del próximo año “será complicado” para México, ante la duda que ha generado el presidente electo Donald Trump de aplicar 25% de aranceles a diversos productos provenientes de nuestro país, y también de Canadá, al tomar posesión en enero del próximo año.

Más aún, hasta no saber cuáles serán, efectivamente, las políticas públicas que aplicará la nueva administración estadounidense.

Sin embargo, y aun si Estados Unidos aplica aranceles a México, Janeth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex, recordó que a nuestro país no le fue mal en julio de 2018, cuando Trump los impuso a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México, Canadá y la Unión Europea.

Observó que hace ocho años, Trump “no cumplió con todas sus amenazas que hizo en campaña”, por lo que, en conferencia de prensa, señaló que esa será la tónica, la incertidumbre, de los próximos meses, hasta que tome posesión y es lo que seguirá reflejándose en la cotización del peso.

En este tenor, Quiroz Zamora observó que la economía mexicana presentará una desaceleración el próximo año, por lo que se estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 1.0 por ciento.

Aseguró que este menor desempeño incorpora la expectativa de menor inversión pública y privada, por el incierto panorama que representan las políticas del próximo gobierno de Estados Unidos; una política monetaria que aun recortando la tasa seguirá restrictiva y restando ímpetu al consumo y el efecto que trae el cambio en la perspectiva de calificación soberana de dos agencias sobre el ánimo de los inversionistas.

‘Contraviene el espíritu de cooperación y apertura que sustenta el T-MEC’

Por otra parte, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), Octavio de la Torre, advirtió que, “la implementación de medidas arancelarias no acordadas, contraviene el espíritu de cooperación y apertura que sustenta el T-MEC”.

Por ello, convoca a preservar el libre comercio a través del diálogo trilateral y el fortalecimiento de la relación comercial entre países, la estabilidad económica y la continuidad de los principios fundamentales del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“El T-MEC, vigente desde 2020, ha sido un pilar esencial para fortalecer los lazos económicos y comerciales en América del Norte, promoviendo el libre comercio y beneficiando a millones de consumidores y empresas. Por ello, la implementación de aranceles generalizados, no acordados, contraviene el espíritu de cooperación y apertura que sustenta este acuerdo trilateral”, aseveró.

Sin embargo, señaló que de llevarse a cabo la medida arancelaria, podría derivar en disputas comerciales que afectarían la competitividad global de la región, generar crisis económicas e inestabilidad en los mercados comerciales de otras regiones.

Pero de ser el caso que el T-MEC llegue a su fin, recordó que las relaciones comerciales entre los tres países estarían sujetas a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y al principio de trato de nación más favorecida (NMF).

Por lo que los miembros de la OMC están obligados a otorgar a todas las naciones condiciones comerciales no discriminatorias, lo que implica el mismo trato arancelario ofrecido al socio más favorecido.

Sin embargo, para los miembros del T-MEC, advirtió que el retorno a estas disposiciones “podría implicar mayores costos y complejidades para los sectores productivos, y también mesas de diálogo e implementación de nuevos Acuerdos comerciales o la adaptación de aquellos existentes”.

El dirigente de los empresarios del sector terciario recordó que, en situaciones similares como con la que ahora azuza Trump, México ha respondido con medidas recíprocas. “En 2018, ante la imposición de aranceles al acero y aluminio mexicanos, nuestro país aplicó aranceles a productos estadounidenses, incluyendo acero, aluminio, productos agrícolas y otros bienes, con tasas que oscilaron entre el 7.0% y el 25 por ciento.

“Este tipo de acciones, derivadas de decisiones radicales unilaterales, subrayan la necesidad de evitar un círculo vicioso de represalias que impacten negativamente en las economías y poblaciones de las tres naciones”, dijo Octavio de la Torre.