Helmut Marko abandonó su rol como asesor de Red Bull Racing al cierre de este año. Su salida —anunciada tras el Gran Premio de Abu Dhabi que coronó a Lando Norris como campeón mundial por apenas dos puntos sobre Max Verstappen— marca el fin de una era de más de dos décadas en las que el equipo de Milton Keynes conquistó ocho títulos de pilotos y seis de constructores. Y ahora, el austriaco ha roto el silencio.

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La Fórmula 1 le dijo adiós a uno de sus personajes más icónicos y controvertidos. El expiloto de 82 años que transformó a Red Bull de ser una marca de bebidas energéticas a una potencia dominante del deporte motor, ha explicado las razones que lo llevaron a dar un paso de costado.

“Tuvimos una temporada difícil, particularmente accidentada a mediados de año. Estábamos 104 puntos por detrás en Países Bajos y logramos una remontada única, pero no funcionó en la última carrera. Perdimos el campeonato por dos puntos. Esa decepción me afectó profundamente. Incluso después de la carrera sentí que algo se había roto. Me quedé en Dubái el lunes y tomé la decisión”, confesó a ORF. Añadió que incluso de haber ganado, habría sido un buen momento para retirarse.

Marko relató cómo todo ocurrió de forma improvisada. No consultó a nadie previamente, pero llamó directamente a Oliver Mintzlaff, CEO de proyectos corporativos e inversiones de Red Bull, para solicitar una reunión breve antes de una cena prevista por el equipo.

“Le dije lo que quería. Discutimos si era posible una solución parcial, pero le insistí en que, si lo hacíamos, tenía que ser completo. Todo fue muy amistoso”, explicó. Un representante de la familia Yoovidhya, accionista mayoritario, también estuvo presente.

Pero el momento más emotivo llegó al día siguiente, cuando Marko informó a Max Verstappen, su pupilo más exitoso y cuatro veces campeón mundial, que no estaría más junto a él. El neerlandés no pudo asistir a la reunión por problemas con su vuelo.

“No era una conversación normal. Había cierta melancolía. Él dijo que nunca imaginó alcanzar tanto éxito”, compartió Marko.

Aunque la versión oficial insiste en que fue una dimisión voluntaria —Mintzlaff expresó “profundo pesar” por la marcha de una “figura influyente” que deja un “vacío significativo”—, fuentes cercanas apuntan a tensiones acumuladas.

Uno de los puntos de fricción fue la decisión de Marko de fichar al joven piloto irlandés Alex Dunne para el programa junior, en contra de los deseos de Mintzlaff y del director del equipo, Laurent Mekies. Este movimiento, que no prosperó y costó una indemnización, simbolizó la pérdida de influencia del austriaco.

Con Marko se va el último gran pilar de la era fundacional de Red Bull iniciada en 2005. Fue él quien descubrió talentos como Sebastian Vettel y Max Verstappen, dejando un legado de 130 victorias en Grandes Premios y una academia que ha producido 20 pilotos de F1.