¡Histórico! Arnulfo Castorena gana su cuarto oro en Juegos Paralímpicos en París 2024

Arnulfo Castorena gana oro en 50m pecho SB2 en París 2024, su cuarta medalla dorada paralímpica. México sube al puesto 28 del medallero



Foto: Conade

Arnulfo Castorena lo hizo de nuevo. Una leyenda mexicana del deporte paralímpico ha acrecentado su legado con la obtención de la medalla de oro en los 50m pecho categoría SB2 de los Juegos Paralímpicos París 2024. Se trata de la cuarta presea dorada para el jalisciense en esta prueba y la segunda para la Delegación Mexicana en esta justa veraniega.

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Con el oro de Castorena México ahora se ubica en el casillero 28 del medallero, justo cuando la sequía de medallas comenzaba a parecer preocupante. Pero entonces apareció un viejo héroe para salvar al equipo nacional. Con un tiempo de 59:41 segundos, el nadador de 46 años de edad detuvo el cronómetro para colmarse de gloria.

“Hemos tratado de trabajar muy fuerte para lograr todo esto, aunque a veces ya mi brazo no me responde como debería, como en esta ocasión no me respondió, se me fue toda la fuerza, pero lo importante es que estuvimos concentrados y eso no fue el motivo para perder esa medalla, sabíamos que teníamos que ir por esa medalla a pesar del dolor y el esfuerzo, pero se logró”, dijo a la Conade tras su competencia.

Tan pronto debutó en unos Juegos Paralímpicos durante la edición de Sídney 2000, Castorena Vélez demostró que estaba hecho de esa madera única en la que están tallados los grandes campeones. En el país oceánico fue que conquistó su primer oro; en Atenas 2004 repitió y luego de una pausa a su carrera, volvió a competir en Tokio 2020 para reclamar sus fueros.

Pero Arnulfo no es una leyenda por haber ganado cuatro oros paralímpicos. Ya lo era hace tiempo, mucho antes que encontrara su pasión en las piscinas. Y es que hablar de Castorena es hablar de un héroe con una resiliencia de acero, capaz de salir adelante cuando todo parecía perdido, como solo los grandes lo logran.

Nacido el 27 de mayo de 1978, Castorena no desarrolló un pulmón, tampoco el brazo izquierdo ni las extremidades inferiores a causa de una enfermedad congénita. Además, su madre perdió la vida durante su parto, mientras que tuvo un padre ausente. A pesar de todo eso en contra, salió adelante.

“Ese coraje, se puede llegar a la meta y eso me ayuda y me motiva muchísimo en pensar en mis hijos, en ver que ellos están en la meta al final y eso me motiva muchísimo. Es un sacrificio muy grande, pero todo tiene su recompensa en dejar la familia, uno como padre se preocupa dejar a mis hijos, pero todo esto es un sacrificio y todo esto lo hago por ellos y ahí está la recompensa”, compartió.

Es por ello que un último oro para José Arnulfo Castorena Vélez es solo la última joya en la corona de un rey de la vida y la superación. El legado del nacido en Guadalajara, Jalisco, quedará para la posteridad y su historia será contada de generación en generación para demostrar que todo es posible cuando se tiene un corazón de oro, como sus medallas.