Home office, NOM-037

14, junio 2023

FLOR YÁÑEZ

Antes de la pandemia era casi impensable que una persona pudiera trabajar desde su casa o cualquier otro lugar distinto a la oficina de su empresa. Era un deseo de difícil realización que la contingencia de Covid-19 hizo realidad. Durante ese tiempo, se remodelaron nuestras prioridades y visión del mundo.

Ahora, gran número de profesionistas buscan empleos que les dé la facilidad de un trabajo remoto o híbrido, incluso, hay quienes renunciaron a sus empleos que no les brindaron esa opción. La modalidad Home Office permite ahorrar tiempo y dinero, tener flexibilidad en horarios, reducción del estrés, encontrar balance entre la vida personal y profesional, así como la posibilidad de trabajar desde cualquier parte.

Para las empresas, mejora la productividad, disminuye gastos, bajas y abstencionismo, aunado a que es sustentable. Las creencias profundas inconscientes de las que somos esclavos, determinan nuestro actuar en la sociedad; de ahí la afirmación de que una persona debe vestir bien, pasar una hora en el tráfico para llegar a su oficina, seguir una rutina y horario establecido para regresar a casa, si bien le va, nueve o diez horas después. Esta creencia es falsa y no fue cuestionada hasta hace poco que la modalidad laboral tuvo que cambiar para adaptarse al contexto.

El mundo del trabajo en México sigue atravesando grandes transformaciones. En 2021, se reformó el artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) que definía el trabajo como “el que se ejecuta habitualmente para un patrón, en el domicilio del trabajador o en un local libremente elegido por él, sin vigilancia ni dirección inmediata de quien proporciona el trabajo” y reconoció las actividades realizadas en distintos lugares al establecimiento del patrón, sin la presencia física de la persona.

Hace unos días, se aprobó la Ley Home Office. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social publicó la Norma Oficial Mexicana NOM-037-STPS-2023 en el Diario Oficial de la Federación, donde se establecen las condiciones de seguridad y salud para ello. Dichas disposiciones aplican para quienes trabajen más del 40% en esta modalidad.

Ahora los trabajadores podrán recibir: una silla cómoda, parte proporcional del pago de internet, parte proporcional del pago de electricidad, una computadora, una impresora con tinta, otras herramientas necesarias, iluminación, ventilación y un lugar adecuado para trabajar. Respecto a las reuniones, deberán convocarse con anticipación para cuidar la salud mental.

Frecuentemente escucho de personas que vendieron sus casas u otros bienes y se fueron a viajar por el mundo, cumpliendo rigurosamente sus horarios laborales por computadora. Desde un viñedo en La Toscana, debajo de un árbol con un paisaje espectacular, una tabla de quesos y una copa de vino Chianti a su lado, mandan reportes de actividades hasta México, “Head Quarter” de su empleo, o desde un crucero en Alaska, desayunan al amanecer mientras se conectan para su primera junta.

Lo mejor para las empresas es que resultan más productivos de esta manera, que atarlos a un lugar fijo. Todavía hay patrones que se resisten a modificar la rutina de sus empleados y los fuerzan a acudir a su oficina.

Es tiempo de renunciar a creencias limitantes y apostarle al bienestar del trabajador, que eventualmente, se traducirá en un incremento en la productividad empresarial. Espero nunca tener que regresar a una oficina nuevamente.

Yanez_flor@hotmail.com