Hugo Aguilar: ministro presidente del acordeón

Hugo Aguilar llega a la Corte tras elección cuestionada con baja participación y uso de ‘acordeones’ de Morena


Juan Ortiz

México ya tiene nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Desde entonces, han surgido dudas sobre si su llegada fue por consenso, experiencia reconocida o un proceso legítimo.

Pero lo que es cierto es que Hugo Aguilar es producto de una elección judicial marcada por la abstención, la improvisación… y los famosos acordeones.

Apenas votó el 12.9% del padrón. Sólo uno de cada cinco votos fue nulo o en blanco. Y los que sí se marcaron coincidieron con las listas repartidas por operadores de Morena.

Ahí estaba su nombre. Entre los promovidos. Entre los elegidos. Hugo Aguilar ganó, sí. Pero, ¿qué tanto fue campaña y qué tanto fue operación política?

El oficialismo lo ha querido vestir como una figura histórica. La presidenta Claudia Sheinbaum ya lo equiparó con Benito Juárez. La intención es evidente: convertirlo en símbolo y antídoto contra las críticas, aunque las formas hayan sido cuestionables desde el principio.

CLAROSCUROS

La historia de Aguilar tiene potencia narrativa: abogado mixteco, defensor de derechos indígenas, presunto asesor en los Acuerdos de San Andrés. Quienes lo conocen lo describen como un jurista brillante, cercano, comprometido con su pueblo.

Pero ese mismo compromiso fue puesto en duda cuando, años más tarde, se convirtió en operador dentro del Estado. Coordinó las consultas indígenas que legitimaron megaproyectos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico. Procesos denunciados por su simulación y falta de legitimidad.

¿Cómo pasó de defender el territorio a justificar su despojo? Esa es la grieta que aún divide la conversación pública.

LOS ACORDEONES

Tras su paso por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Aguilar se convirtió en una figura clave para el movimiento de López Obrador. Y aunque su nombre no figuraba en el radar nacional, apareció en los acordeones principales. Los mismos que circularon en físico y digital. Los mismos que definieron la elección judicial.

Según el académico Javier Aparicio, Hugo Aguilar ganó no sólo en Oaxaca, sino en bastiones de oposición como Guanajuato, Coahuila, Querétaro y Jalisco. Una victoria sorprendente para alguien que no tuvo una campaña visible, pero sí el respaldo de estructuras partidistas.

LA DUDA

Aguilar se presenta como símbolo de pluralismo jurídico. Pero también fue parte de una estructura institucional que operó con los mismos vicios que históricamente ha denunciado.

Desde omisiones ante denuncias de acoso, hasta silencios en casos graves como el de la activista Sandra Domínguez, hallada en una fosa meses después de denunciar a funcionarios del INPI y del gobierno de Salomón Jara por compartir fotos de mujeres desnudas sin su consentimiento.

En el entorno que encabezó quedaron preguntas sin responder. Y ahora, desde la cúspide del Poder Judicial, esas preguntas importan más que nunca.

En su primer discurso como virtual ministro presidente, Hugo Aguilar pidió un “voto de confianza” al 87% que no participó. Dijo que será “una Corte de todos y para todos“. Pero… si hay un conflicto entre pueblos indígenas y el gobierno federal, ¿logrará ser imparcial? ¿O responderá al oficialismo?

Hugo Aguilar aún no es el villano de esta historia. Tampoco el héroe. Pero sí llega tras una elección muy cuestionada. Su historia personal puede inspirar, pero su llegada a la Corte deja dudas que no se despejan con símbolos ni discursos.

EL DATO INCÓMODO

Los precios siguen subiendo y la economía se va para abajo. En mayo, la inflación volvió a subir por cuarto mes seguido, según Inegi. Y para 2025, un análisis de BBVA nos dice que ya no se espera crecimiento: ahora dice que la economía va a caer 0.4%.