En los primeros dos trimestres

Es un buen resultado y puede mejorar, sin embargo no implica que la economía se recupere, dice CIESP

La estimación oportuna que dio a conocer hace unos días el Instituto Nacional De Geografía y Estadística (INEGI) arroja un crecimiento del PIB de 1.0 por ciento entre el primer y el segundo trimestre y 1.9 por ciento anual, “que es un buen resultado y puede mejorar las expectativas”.

“Sin embargo, no implica que la economía haya entrado en un proceso de franca recuperación ni se haya alcanzado el nivel de 2018″, advierte el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CIESP).

En su análisis semanal, señala que el escenario que se percibe hacia adelante es complejo; entre otros, por la debilidad de la inversión, la presión inflacionaria y el crecimiento de los Estados Unidos.

Y advierte que, sin aumentos del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo semestre, pero igualmente sin disminuciones, la economía crecería alrededor de 2.0 por ciento en el año; por lo que, “las posibilidades de un mejor desempeño de la economía en beneficio de todos se reducen”, señala.

Y es que, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), advierte nuevamente que sin cambios en la actitud oficial ante la inversión privada y la apertura económica, su falta de interés en la inversión pública rentable socialmente y en la regulación eficiente que facilite la actividad económica, las posibilidades de un mejor desempeño de la economía en beneficio de todos se reducen y continuarán en esa tendencia.

Desde cierta perspectiva, observa, la interpretación puede ser que la economía mantiene su letargo, ya que el crecimiento anual (estimado) del trimestre fue 1.9 por ciento, sólo marginalmente superior al del primer trimestre, 1.8 por ciento.

Más aún, destaca que el nivel de la actividad económica de acuerdo con la citada estimación del PIB aún no recupera lo perdido en lo que va del sexenio.

Si bien algunas otras señales también sugieren una paulatina mejora de la actividad económica, “el escenario que se percibe hacia adelante es complejo y puede impedir avances significativos subsecuentes en lo que resta del año”.

Por lo que varios factores apuntan en esa dirección, como es la debilidad de la inversión, limitante para el crecimiento, que también resulta de problemas para los que no se avizora una solución en el corto plazo, como la incertidumbre, la deficiencia del estado de derecho y falta de apego a las reglas, impunidad, inseguridad, y obstáculos regulatorios.

Reitera que, para crecer por arriba del 4.0 por ciento la inversión en el país tendría que equivaler por lo menos a 25 por ciento.

Sin embargo, la inversión total está muy lejos; alcanza solo 18.1 por ciento, al primer trimestre del presente año.