Ana Gabriela Gallardo Hernández
Pregúntate si ¿saldrías a la calle si supieras a ciencia cierta que tendrás un accidente? En el área de investigación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) nos lo preguntamos sabiendo que
es la realidad diaria que enfrentan las personas ciegas. Así nos planteamos el desafío de inventar algo para evitar estos accidentes.
Los ciegos utilizan el bastón blanco para trasladarse, realizan un movimiento de abanico para identificar los peligros a nivel de piso, sin embargo, existe una infinidad de obstáculos que no pueden detectar
con el bastón: Todos los que se ubican de su cintura hacia arriba como ramas de árboles, medidores de luz, ventanas abiertas hacia el exterior de las casas, letreros, entre otros. Estos obstáculos inevitablemente
golpearán a las personas ciegas.
La solución que emplean estas personas es caminar despacio pues saben que así, los golpes que reciban serán leves. No obstante, esa solución impacta en la logística de sus traslados pues a ellos les toma
hasta 3 veces más de tiempo que a una persona sin discapacidad visual. Esto crea una desventaja ya que tienen menos tiempo para trabajar, estudiar o convivir.
En la Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Metabólicas del IMSS, realizamos estudios y diseños para crear un dispositivo que se coloca sobre el bastón blanco, tiene un sensor ultrasónico que crea un área de seguridad para los usuarios al detectar obstáculos que pueden golpearlos en la parte superior del cuerpo.
Los usuarios del bastón blanco mantienen su habitual detección de obstáculos en el piso y por medio de la vibración que emite el dispositivo inventando en el IMSS, pueden localizar la cercanía y dirección de los objetos superiores para evitarlos. El dispositivo se llama Kaná, que en totonaco significa bastón.
Kaná se probó con ayuda del Centro de Atención, Investigación y Capacitación para la Rehabilitación e Integración de Personas Ciegas y Débiles Visuales del DIF. Las pruebas demostraron que la velocidad de
marcha aumenta 27% y evita los golpes en la parte superior del cuerpo, lo que incrementa la confianza que las personas con discapacidad visual sienten al caminar de forma independiente. Esto
abre nuevas posibilidades para ellos y sus familias.
Este proyecto ha recibido premios nacionales e internacionales y el IMSS ha asignado financiamiento para su desarrollo. Kaná es uno de los proyectos IMSS que cuentan con patente concedida y representa
la visión traslacional de la investigación en el Instituto que busca llegar a los pacientes para mejorar su calidad de vida. La patente está disponible para ser transferida a una empresa con capacidad para
fabricación de forma industrial e interés en mantener seguros e independientes a las personas con discapacidad visual.
Investigadora e inventora/ Coordinación de Investigación en Salud
del IMSS