José Urquidy ha vivido una montaña rusa de emociones en las últimas horas. El derecho mexicano con seis años de experiencia en las Grandes Ligas, fue anunciado como flamante refuerzo para la postemporada con los campeones nacionales y del Caribe, Leones del Escogido. Y recién enfundado en la franela escarlata, supo que la oportunidad de jugar el año próximo en MLB con Arizona Diamondbacks se había esfumado.
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El de Mazatlán, Sinaloa, de 30 años de edad, tiró en las Ligas Mayores entre 2019 y 2025 para sumar un récord de 27-16, 4.00 de efectividad, 1.15 de WHIP y 329 ponches en 407.1 innings. Fue con los Houston Astros con quien más destacó, al grado de hacer historia como el primer pelotero nacido en México en jugar tres Series Mundiales.
El mazatleco lanzó tres entradas en blanco de solo un hit y cuatro ponches en el Clásico de Otoño de 2022 contra Philadelphia Phillies. Pero debido a que tuvo que realizarse la operación ‘Tommy John’, se perdió toda la temporada 2024 y salió de Astros para enrolarse con los Detroit Tigers, quienes finalmente lo liberaron al término de este 2025.
Según informaciones recientes, el serpentinero sonaba con fuerza para unirse a los Diamondbacks para la próxima temporada. Sin embargo, el acuerdo se cayó. La negociación, aparentemente, fracasó en las etapas finales.
La estrategia de Urquidy, de reciente paso por Venados de Mazatlán, ahora será utilizar el escenario competitivo del béisbol invernal dominicano como vitrina. Al unirse al Escogido, busca mantenerse activo y presentar sus habilidades frente a los numerosos cazatalentos de la Gran Carpa, con el objetivo de firmar un contrato para la temporada próxima.
El camino de Urquidy hacia este punto ha estado lleno de obstáculos, pues aún se recupera de la cirugía que lo marginó durante toda la temporada 2024. Su regreso en 2025 fue breve, pues con los Tigers apenas lanzó 2.1 entradas en dos encuentros, además de realizar siete apariciones en la Triple-A. Este panorama contrasta con su sólido historial en Houston, donde entre 2019 y 2023 fue un abridor confiable, lanzando 405 entradas en 70 aperturas con una efectividad de 3.98, teniendo su mejor año en 2021 con una efectividad de 3.62.
La oportunidad en Arizona parecía lógica en un principio. Los Diamondbacks, en proceso de reconstruir su rotación, podrían haber visto en él a un veterano con experiencia en postemporada para agregar profundidad con un contrato de Ligas Menores. Sin embargo, los planes de los D-backs evolucionaron en otra dirección.
La gerencia aseguró a dos lanzadores clave, ya que firmaron a Michael Soroka por un año y 7.5 millones de dólares y, de mayor impacto, trajeron de vuelta al ídolo local Merrill Kelly con un lucrativo contrato de dos años por 40 millones.
Aunque el gerente general de Arizona, Mike Hazen, ha confirmado que la búsqueda de pitcheo continúa, la urgencia parece haberse desplazado hacia el bullpen en esta etapa de la pretemporada. Aun así, la necesidad de profundidad para una temporada de 162 juegos siempre está presente, pero esa provisión no vendrá de Urquidy. Al menos no este año.




