Los Buffalo Bills estaban abajo en el marcador por 25-40 ante unos inspirados Baltimore Ravens. Con 8:37 minutos por jugarse en el partido, su probabilidad de victoria era tan baja como del apenas 1.1%, pero Josh Allen y sus secuaces se las ingeniaron para —de alguna manera— salirse con la suya. El equipo de la AFC Este consiguió una remontada imposible; de hecho, fue el decimotercer regreso más improbable de cualquier equipo en la última década.
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Buffalo se impuso por 41-40 en el primer Juego de Domingo por la Noche en la temporada 2025 de la NFL en Orchard Park. Baltimore dominó a placer la mayor parte del juego, pero no fue suficiente y se convirtió en el primer equipo en la historia de la NFL en anotar más de 40 puntos y correr más de 235 yardas y aún así perder.
Hasta esta noche, los equipos con ese registro tenían un récord de 277-0, incluidos los Playoffs. Pero si algo ha quedado claro es que mientras queden segundos en el reloj y Josh Allen esté en el campo, la esperanza nunca está muerta. La noche más dulce en mucho tiempo para los Bills culminó con un gol de campo del veterano Matt Prater sobre la hora, para sellar una victoria legendaria.
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— Buffalo Bills (@BuffaloBills) September 8, 2025
El partido comenzó con Allen y un envío que conectó con Dalton Kincaid para un touchdown de 15 yardas en la primera posesión. La defensa contuvo a Lamar Jackson lo suficiente para forzar un gol de campo. Pero los Ravens, con Derrick Henry y su poderío, consiguieron una carrera de 30 yardas para anotar. El propio Jackson añadió otro touchdown terrestre, para pronto tomar el control. Al medio tiempo, Baltimore lideraba 20-13.
La segunda mitad intensificó la montaña rusa. Zay Flowers extendió la ventaja de los Ravens con una recepción de 23 yardas, pero los Bills —resistentes— respondieron con James Cook y luego con el propio Allen, quien con una carrera de dos yardas se convirtió en el líder histórico en touchdowns terrestres de la franquicia.
Sin embargo, cada vez que Buffalo se acercaba, Baltimore contraatacaba. ‘El Rey’ Henry pareció sentenciar el partido con una explosión de 46 yardas que puso el marcador 40-25 en el cuarto periodo. Pero en ese momento, al borde del abismo, emergió la leyenda.
La defensa de los Bills, criticada durante gran parte del encuentro, forzó un balón suelto crucial de Henry. Eso devolvió el balón a Allen, quien, con una sangre helada y la bravura de un gladiador, inició su actuación magistral. Primero encontró a Keon Coleman para un touchdown de 10 yardas. Falló la conversión de dos puntos, pero la defensa volvió a parar a Baltimore.
Allen no necesitó una segunda invitación y tan pronto como en la siguiente posesión, se lanzó él mismo a la end zone desde una yarda para acortar a 40-38. Otra conversión fallida dejó todo pendiente de un último acto. Y entonces, con 1:58 en el reloj y sin tiempos muertos, lo inevitable para los aficionados de Buffalo se volvió realidad para los Ravens.
Allen, con una serenidad sobrehumana, lanzó dos pases monumentales, uno de 32 yardas a Josh Palmer y otro de 25 a Keon Coleman que dejaron el balón en posición de gol de campo. Matt Prater, el veterano pateador en su primer partido con el equipo, entró con la frialdad de un asesino a sueldo. Su patada de 32 yardas voló recta entre los postes justo cuando el reloj llegaba a cero.
El estadio estalló. La victoria no fue solo un triunfo; fue una declaración de Josh Allen y un grito de guerra tras ganar el MVP el año pasado pero quedar nuevamente fuera del Super Bowl tras perder ante Kansas City Chiefs. El estelar quarterback se fue con cuatro touchdowns (dos por pase y un par por tierra), y firmó quizá la mejor performance de su carrera, una que reafirma su candidatura al MVP y que le sitúa como el corazón indomable de esta franquicia.
Para los Bills, esta remontada no solo nivela la serie histórica contra Baltimore en 7-7, sino que podría ser crucial en la lucha por el mejor lugar en los Playoffs de la AFC. Se trató de la primera ocasión desde 1967 que se remonta un juego tan imposible en la NFL. Aquella vez, los Jets estaban abajo por 15 en el cuarto periodo, al igual que Buffalo. Historia pura.


Foto: Reuters 


