MARTÍN AVILÉS

Foto: Martín Avilés / Ovaciones

La cancha donde Maximiliano Álvarez solía entrenar basquetbol quedó completamente devastada tras el paso de Otis, la peor tormenta que haya alcanzado el Pacífico mexicano en los últimos 30 años. De pronto, el desastre natural que tiene al país entero de luto, atentó contra los sueños del joven de 14 años y de su familia, pues además de pausar sus partidos, por poco se pierden el NBA México Game 2023 debido a los estragos de esta tragedia.

Originarios de Acapulco, habían planeado el viaje desde la costa guerrerense hasta la Ciudad de México para presenciar el partido entre Atlanta Hawks y Orlando Magic, tan pronto supieron que el equipo del joven estelar Trae Young estaría en la Arena Ciudad de México. Pero la llegada del huracán los obligó a cambiar sus planes y sufrir un calvario para recorrer los cerca de 380 kilómetros que los separaban de sus sueños.

“Están un poco feas las cosas por lo del huracán, casi todo Acapulco está afectado”, dice el jovencito de 14 años a OVACIONES.

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‘Max’ se enamoró del baloncesto desde muy pequeño, gracias a que su familia entera es devota de esta disciplina. Y esa pasión por la NBA fue la que los impulsó a encontrar la forma de llegar hasta la capital del país a pesar de que Otis ha dejado un rastro de terror por hoteles y viviendas que ahora están destruidos, así como los caminos colapsados y miles de personas aisladas en el paradisíaco destino turístico.

“Es algo muy triste porque nosotros ya teníamos los boletos desde que salieron a la venta y pudimos comprarlos pese a que la reventa es dura. Por la situación que se vive en Acapulco, venimos a pasarla bien después de todo el huracán”, comenta Cristian Álvarez de 19 años y hermano mayor de Maximiliano.

Los Álvarez pasaron día incomunicados. No tenían gasolina para salir, ni luz para calentar algo de comida; mucho menos pensar en cargar la pila del celular. De acuerdo con la coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, el huracán ha dejado un saldo de 48 muertos y 31 desaparecidos hasta el momento en Acapulco. Para suerte de esta familia, siguen unidos y a la espera de que todo vuelva a la normalidad.

“Unos dos o tres meses (deberán esperar) en lo que reacondicionan la cancha para volver a entrenar. Entreno mientras por mi parte y con mi equipo en Acapulco”, cuenta ‘Max’, quien es seleccionado por el equipo de baloncesto del Estado de Guerrero.

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“He ido a dos nacionales representando a Guerrero en varios torneos estatales. Me gusta el basquetbol por mis hermanos y mi tío. Todos mis familiares juegan basquetbol, por eso me llamó mucho la atención”, dice el espigado joven que ya sobrepasa el 1.75m de estatura pese a su corta edad.“Yo juego de alero o a veces de movedor”.

Maximiliano viste el jersey retro de Dikembe Mutombo, congoleño que jugó para los Hawks entre 1996 y 2001. Sin embargo, Álvarez es aficionado de los Golden State Warriors por su ídolo Stephen Curry.

“Le voy más a los Warriors yo, pero vine por mi hermano”, reconoce Maximiliano, quien en unos años espera ser jugador profesional de baloncesto. “Sí, ese es mi sueño”.

Los Capitanes CDMX debutarán en la temporada 2023-24 de la G-League este viernes 10 de noviembre ante Osceloa Magic. El juego enmarcará el debut del mexicoestadounidense Juan Toscano Anderson en el equipo, razón por la que ‘Max’ espera poder estar en la Arena CDMX en días consecutivos.

“Mi jugador favorito es Juan Toscano. Estoy convenciendo a mis papás de venir a ver el partido (de Capitanes)”, puntualiza.