Burberry (2021) de Myke Towers y Ñengo Flow suena a través de los audífonos de Karim López. A su cabello rizado le ha añadido mechas color dorado que hacen juego con los diamantes de sus aretes y la brillante sonrisa que esboza cada vez que piensa en la NBA. Pero más allá del efervescente frenesí que ha desatado en México, el sonorense tiene los pies bien pegados a la tierra gracias a su familia. Por eso es que cita a Daddy Yankee y pide que se lo tomen Con calma (2019), quienes comen ansias por verlo en la máxima liga de baloncesto mundial.
Karim Hiram López Mondaca nació el 12 de abril de 2007 en Hermosillo, Sonora, pero desde antes, su destino ya apuntaba a las duelas ya que padre Jesús Hiram López fue un seleccionado nacional que le heredó el talento y pasión por las volcadas. Karim creció entre largos recorridos en carretera para poder ver a su padre jugar, y es tal la admiración que le tiene, que esa el número 21 en el jersey a manera de homenaje para quien se encargó de guiar su camino hasta la antesala de la NBA, adonde llegará —muy seguramente— el año próximo entre las primeras selecciones del Draft.
“Obviamente algo grandísimo (el amor a su padre) porque es primero que nada mi inspiración por la que empecé a jugar al básquet, por la que lo sigo jugando, uso su número. Así que, bueno, aprendí a usarlo siempre que pueda para honrarlo. Mi inspiración, mi forma también de ser, mi manera, es mi razón también es de jugar y de seguir”, dice el espigado jugador de 2.06 m de altura.
Dejar a su familia, el sacrificio más duro de Karim López para llegar a la fama
López siempre fue diferente, y por eso fue que con tan solo 14 años de edad tuvo la oportunidad de ir a jugar al Joventut de Badalona en España, donde tuvo que ingeniárselas para madurar sin el cobijo de sus seres queridos. Un golpe de realidad que le ayudó a crecer dentro y fuera de la cancha.
“Alejarse de la familia a una cierta edad, es lo que hice al irme a España. Fui a ese país, me fui de mi casa y esos sacrificios que tienes que hacer al final, porque uno tiene un objetivo y sabe que es parte del camino y es parte de lo que te va a llevar hacia ese objetivo. Son cosas que tienen que hacer, hay muchos sacrificios más, como siempre todo el mundo dice, las fiestas o las salidas o lo que sea, pero lo principal sería la familia para mí, porque es algo muy importante y dejarlo tan temprano fue un poco difícil”, reconoce.
Pero cada sacrificio ha valido la pena para Karim. De los pies a la cabeza, ahora está tapizado por indumentaria de la marca adidas, misma que recientemente le otorgó un histórico contrato al ser ya mismo uno de los embajadores globales más jóvenes de la marca y sumarse a embajadores de la empresa alemana como Anthony Edwards, Damian Lillard y James Harden, todos ellos, estrellas de la NBA. Porque hasta la marca de las tres franjas sabe del potencial de López.
“No hay presión realmente, presión son otras cosas en la vida, hay cosas mucho más difíciles, mucho más complicadas. Realmente yo soy deportista y eso no es ningún tipo de presión. Y bueno, aún no llego (a NBA), pero es un sentimiento de ambición y de hambre y de poder concretarlo, estamos a poco tiempo, pero aún queda mucho trabajo por hacer, así que hay que seguir. Uno nunca sabe lo que puede pasar mañana, así que yo lo estoy llevando día a día, si todo sale como tiene que pasar, voy a hacer lo que todo sabemos. Todo va bien”, asegura.
¿En qué equipo de la NBA le gustaría jugar a Karim López?
El alero tricolor actualmente está proyectado para ser elegido en el quinto pick global del NBA Draft 2026 de acuerdo con diversos simuladores. Si fuera este año su elegibilidad, el Utah Jazz sería su más probable destino, al tener esa posición en el próximo procedimiento de selección de jugadores, lo que sería un reto mayúsculo, al tratarse de una franquicia sin títulos y de un reducido mercado en comparación con las grandes ciudades de la Unión Americana.
“No (le importa la franquicia que lo elija), simplemente cualquier equipo estaría contento, porque simplemente llegar sería algo grande, sería un honor, sería algo histórico, obviamente, llegar. Así que, nada, cualquier equipo que me esté dispuesto a darme la oportunidad de llegarme, yo estaría muy contento y muy agradecido”, afirma el hermosillense de 18 años quien ya ha tenido acercamiento con algunos equipos, sin revelar cuáles.
“No, no se puede (decir qué equipos lo han sondeado). Se llama tampering, no se puede todavía, se empieza el proceso de entrada, así que todavía no. Ninguno, no puedo todavía, así es el tampering, ahí se puede anunciar”, explica.
De New Zealand Breakers a las enseñanzas de Derrick Rose y Carmelo Anthony
Muchos han criticado que Karim decidiera sumarse a la quinteta de los New Zealand Breakers y dar un salto al profesionalismo sin tener el roce del baloncesto colegial. Pero así como ha hecho a lo largo de su carrera, ha callado bocas, pues en la temporada pasada promedió 9.6 puntos por juego y fue de los 10 mejores bloqueadores de la liga. Y además, ha tenido reuniones con estrellas NBA para recibir sus consejos y aprender cada enseñanza de cara a su inminente irrupción en la liga.
“Sí, Derrick Rose, Carmelo Anthony, entre otros. Estos dos jugadores son leyendas y estar con ellos te deja mucho tiempo para absorber lo más que puedas de conocimiento, de todo lo que dicen, siempre hay un tiempo y tú tienes que estar pendiente para poder cachar todo lo que dicen y llevarlo hacia ti. Y nada, también son muchas cosas que mantenga muy bien el camino, porque obviamente hay mucha distracción, muchos peligros exteriores. Pero que hay que seguir enfocado y al final son varios resultados”, puntualiza.

Foto: Lesslie Arredondo / ESTO 


