Shanik Berman
La historia de Karla Panini, del dúo cómico “Las Lavanderas”, y su pareja Américo Garza, es un drama que nos sigue dejando el ojo cuadrado.
Con sus declaraciones sísmicas: “lo volvería a hacer”, Karla Panini parece presumir de no tener corazón pero sí una falta de empatía que indignó a medio país.
Es decir, volvería a embrujar y robarle el marido a Karla Luna, quien murió enferma e indefensa en 2017. Eso después de conocerse la traición que sufrió cuando su marido se fue con su compañera de trabajo, por lo que aquello acabó en una tragedia terrible de odios y venganzas; un pleito más grande que el de los Capuleto y los Montesco en Romeo y Julieta. Y lo más triste es que si Luna supiera que la pareja que en algún momento tuvo su relación a escondidas se casó y no permite que sus padres ni sus hijos grandes convivan con sus dos nenas pequeñas ¡volvería a morirse!
SEMBRANDO VENENO PARA QUE EL PLEITO SEA ETERNO
Cada quien es dueño de su destino y esclavo de sus decisiones, pero no se trata solo de “robarse” al marido ajeno sino de destruir familias, dejar heridas y poner a niñas indefensas, a sus hermanos y abuelos en medio de un pleito eterno ya que en las guerras de adultos, los niños siempre pierden.
JUSTICIA QUE TARDA NO ES JUSTICIA; EL CASO DE MAURICIO MARTÍNEZ.
Mauricio Martinez, con un par de pantalones bien puestos, rompió el silencio en el litigio legal del abuso que sufrió a manos de Toño Berumen, un ex representante musical relacionado con múltiples acusaciones de abuso a jóvenes artistas en los años 90 y 2000 sino que denunció que lo intentaron sobornar para que abandonara el caso.
CALLAR YA NO ES UNA OPCIÓN, Y AUNQUE NADIE ESTÁ OBLIGADO A HABLAR, TAMPOCO NADIE ESTÁ OBLIGADO A CALLAR PARA SIEMPRE
Que Sasha Sokol haya denunciado públicamente su caso abrió una puerta importantísima en México, después de vivir años con ese dolor y silencio. Después de años de soportar la carga emocional que llevan los sobrevivientes con el cuento de los abusadores: “es un malentendido” o “es que él o ella querían”, “aguántate” o “¿por qué hasta ahora lo dices?” Mauricio y Sasha nos enseñan que es mejor enfrentar los monstruos del pasado que seguir permitiendo que otros sigan dañando a los más vulnerables. Y ojo, aunque ninguna víctima está obligada a hablar tampoco tiene porque callar para siempre y como dicen en los pueblos: “Cuando el río suena, es porque agua lleva”.
Demás del abuso, la corrupción, ese mal que parece no soltarnos donde el lema sigue siendo: “El que no transa, no avanza”, en el que la corrupción protege a los agresores y silencia a las víctimas, manda el mensaje de que el abuso “no es tan grave”, cuando en realidad es una tragedia personal y social que enferma gravemente a nuestro país.
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