Los New York Knicks, liderados por un estelar Jalen Brunson, se impusieron con autoridad este jueves 111-94 a los Indiana Pacers en el Madison Square Garden, con lo que desataron el delirio colectivo de una afición que ovacionó de pie a su equipo, en una escena reminiscente de los legendarios recitales de Frank Sinatra en este icónico escenario. Con esta victoria, los Knicks recortan la serie a 2-3 en la final de la Conferencia Este NBA, al mejor de siete encuentros.
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Desde el primer minuto, los Knicks tomaron la delantera con dos canastas de Brunson y nunca miraron atrás. Pese a los fantasmas del primer partido, cuando los Pacers remontaron 14 puntos en los últimos 2:40 para forzar la prórroga y ganar, esta vez Nueva York mantuvo el control. Mostraron una concentración asombrosa y cerraron el primer cuarto 27-23.
MANTIENEN EL RITMO
La tendencia se mantuvo para el segundo cuarto y así se fueron al descanso con una ventaja de 56-45. El tercer periodo fue clave, con los Knicks de Nueva York que lograron ampliar la brecha a 17 puntos (90-73), para incluso llegar a liderar por 22 unidades ante el contento popular. Aunque los Pacers recortaron la diferencia a 12 puntos con 8:15 por jugar, los Knicks respondieron con contundencia para frustrar e impedir a la visita cualquier esperanza de remontada.
NOCHE TRISTE
Tyrese Haliburton, estrella de Indiana, tuvo una noche para el olvido con solo ocho puntos, y el entrenador Rick Carlisle optó por dejarlo en el banquillo más tiempo de lo habitual, quizá con la intención de reservarlo para el crucial duelo del sábado. El novato Bennedict Mathurin, desde la banca, lideró a los Pacers con 23 puntos en 25 minutos.
Por los Knicks, Brunson brilló con 32 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias, pero no estuvo solo ya que fue respaldado por Karl-Anthony Towns, quien aportó 24 puntos y 12 rebotes. Este dúo se convirtió en el primero desde Shaquille O’Neal y Kobe Bryant en lograr más de 20 puntos cada uno en los cinco primeros juegos de una final de conferencia.
De esta manera, anoche los Knicks salieron inspirados desde el salto inicial y se impusieron con autoridad. Conscientes de la necesidad de mantener la iniciativa, los anfitriones controlaron el ritmo del juego de principio a fin, para deleite de una afición que no dejó de alentar a su equipo. La intensidad y determinación de los neoyorquinos fueron clave en una victoria que mantiene viva su esperanza en la Conferencia Este.
AHORA, A INDIANA
La serie, aún viva, se traslada a Indianápolis para un sexto partido de vida o muerte este sábado a las seis de la tarde, hora del centro de México. Los Knicks, que ya ganaron en Indiana en el tercer encuentro gracias a una actuación estelar de Towns, buscan desafiar la estadística: pocos equipos remontan un 1-3 en una serie a siete juegos. Nueva York, que no llega a una final de la NBA desde hace 25 años, está decidida a romper precedentes. Algo que tiene muy claro el equipo de la Gran Manzana es que los números no juegan y quieren demostrarlo.
ESPERA OKC
En la final de la NBA ya esperan los Oklahoma City Thunder, favoritos al título tras eliminar a los Minnesota Timberwolves en cinco juegos en la Serie de la Conferencia Oeste. Sea quien sea el campeón, habrá un séptimo monarca diferente en siete temporadas, un hecho que subraya la paridad en la liga de baloncesto profesional en los Estados Unidos.
La historia sigue en juego, y los Knicks están listos para pelear. ¿A quién le va?
needed it. GOT IT. pic.twitter.com/fwp57YHo5d
— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) May 30, 2025

Foto: Reuters 


