FLOR YAÑEZ
“Si, we’ll be there in five minutes ‘mija’, so, apúrate”, escucho que le dice una madre a su hija por teléfono en un autobús rumbo al “downtown” de Los Ángeles, California. Por la noche fui a Beverly Hills a ver las casas de los famosos (nada más “gringo” que eso), y seguido, manejé a West Hollywood.
En el camino observé la arquitectura que se desvelaba por la zona y en un instante, sentí que me había transportado de regreso a México. De todos lados procedieron olores, sabores y colores de esa cultura: puestos de taquitos en la calle, tamales, piñatas y demás; era cómo andar en el centro de cualquier ciudad mexicana.
Luego aparecieron las tiendas y restaurantes modernos y supe que estaba de nuevo en Estados Unidos. El efecto se pareció a una atracción de realidad virtual, en dónde no se distingue la realidad del juego. El parque de diversiones dónde ocurrió esto no se llamaba Disneylandia, sino Latinolandia. “Córrele brother, come on”, se volvió a escuchar y entendí que hay gente que incluso no habla inglés, a pesar de los años viviendo en ese país anglo parlante y ¿para qué? Si todos hablan español.
En esta ciudad norteamericana 1.8 de los 3.8 millones de habitantes que hay, son de origen latino; representan el 47% de la población. De acuerdo con el Public Policy Instituto de California, el Golden State tiene más inmigrantes que cualquier otro. Casi 50% de los niños en CA tienen un padre inmigrante.
La migración nunca para. Diariamente familias enteras provenientes de países latinoamericanos como Honduras, El Salvador, Guatemala y Venezuela arriesgan su vida para cruzar ilegalmente a la tierra del Tío Sam en búsqueda de una mejor vida. Llegan principalmente a California por su política liberal de inmigración, en contraposición de Texas y Florida que son estados republicanos (conservadores) donde impera el racismo.
L.A. se ha convertido en un santuario de inmigrantes, pero el sueño americano tiene varias aristas. El trabajo es duro, pero es mejor estar “acá” y trabajar de lo que sea, a padecer infortunios y pobreza en países latinoamericanos. De acuerdo con Home Land Security, en septiembre se reportó la mayor aprehensión de inmigrantes que intentaban cruzar ilegalmente la frontera; hubo 200 mil.
La migración es el tema de debate de este 2023 de Estados Unidos y México, y mientras se discute el tema para encontrar una solución, decenas de miles de migrantes están cruzando por algún “hueco” de la línea fronteriza , si no es que en la caja de un tráiler. La nueva ley de migración que criminaliza el transporte de inmigrantes ilegales es la nueva ” casa del terror” de Universal Studios, sobre todo en Florida. La gente ni siquiera sale a la calle para evitar ser detenida, pero mientras no mejoren las condiciones de los lugares de origen de los migrantes, habrá más gente intentando derribar los muros, incluso si eso les cuesta la vida. Por lo pronto yo, desde la tierra de la “fantasía latina norteamericana”, sigo observando y aprendiendo de este delicado tema.
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