La agenda setting no ha muerto

Este artículo analiza cómo esta teoría se manifiesta en la política, el entretenimiento y la sociedad en general.



Los medios de información dicen qué pensar, pero no en qué pensar, esta frase es una paráfrasis de una de las teorías más actuales sobre el estudio de los medios de información; la agenda setting. Diariamente los actores políticos en los diferentes sistemas políticos; por más que lo renieguen, intentan que sus mensajes sean retomados en la opinión pública. Pero mejor vamos por partes:

Elecciones en EU. La candidata demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump disputarán en noviembre próximo quién será el mandatario de ese país. Para el análisis de contenido, algunos medios de información en ese país muestran su simpatía por los candidatos sin remordimientos; y no se diga de los influencers. En ese proceso político, los receptores de esos mensajes fortalecen sus opiniones previas, y tal vez los indecisos y primeros votantes sean quienes podrían usar esa información para cambiar su opinión. En fin, el papel de algunos medios es hablar de los mensajes y que se genere un tema de agenda en campaña.

Después del primer debate entre los suspirantes a la presidencia (martes 10 de septiembre), los temas que generaron agenda fueron “economía, la inmigración y el aborto… otros como Ucrania, la sanidad pública y el empleo no se mencionaron con tanta frecuencia”, de acuerdo con un análisis de Statista y ABC News. Estas palabras fueron posicionadas por la retórica de Trump, “que a menudo se sustenta en repetir la misma frase casi al pie de la letra o con sólo un puñado de palabras cambiadas dos o tres veces para dejar claro un punto”. Sin embargo, la enseñanza en Comunicación Política es que no importa posicionar temas, si al final pierdes el debate, como lo muestra una encuesta de CNN que concluye que Harris superó al republicano.

Entretenimiento. Desde hace años las ideas de George Orwell y su Big Brother, y de Luis Buñuel en El discreto encanto de la burguesía han sido utilizadas comercialmente en reality shows. Se lucra con la privacidad, voluntaria, de sus personajes; como sucede en La Casa de los Famosos México; que aunque usted no lo crea; sus principales audiencias son esas generaciones que decían que “acabarían con Televisa” e incluso bailaban slogans de campaña como la aspirante a la dirigencia de Morena, Luisa Alcalde, que cantaba: “si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa”. También sirve para observar cómo las audiencias opinan de un tema sin que haya consenso en sus comportamientos; por ejemplo algunos hipócritas critican a un personaje que muestra discursos inapropiados, pero le dan like en sus contenidos de TikTok; y otros que se sienten mercadólogos y aplauden a los anunciantes que se van. Al fin y al cabo, en la agenda de las personas se habla del tema.

Los ejemplos anteriores, y muchos otros, nos muestran cómo los temas de discusión pueden ser muchos, pero para una serie de medios, políticos y empresarios diariamente hay una lucha por lograr la hegemonía de sus temas en la agenda; que no significa que todos opinen de la misma manera y que incluso los apoyen; lo que contradice la idea de que todos opinen lo mismo. Un cable de Europa Press informó hace unos días que Maxwell McCombs, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra falleció el domingo (08 de septiembre). Fue uno de los pioneros, junto con Donald L.Shaw, de la teoría de la agenda setting, “la investigación que demuestra el grado de influencia de los medios en la opinión pública, en función de la cobertura que se da a una noticia”. El autor murió, pero la agenda setting sigue y seguirá más viva que nunca.

Comunicólogo político, académico de la FCPyS UNAM y Maestro en Periodismo Político @gersonmecalco