Fueron más de 15 mil maestros que conforman la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y organizaciones que los apoyan, los que se manifestaron este miércoles en la Cámara de Diputados y el Zócalo capitalino, durante el “Paro Nacional Unitario de 72 horas”.

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Los contingentes comenzaron a llegar desde las 4:30 horas con el propósito de instalar las casas de campaña que los cubriría del sol y de una temperatura, durante el día, de 28 grados centígrados y una mínima de 12, durante la noche, en total serán tres mil trabajadores de la educación los que se mantendrán en el lugar durante 72 horas.

De acuerdo con el maestro Iván Ramos, proveniente de Oaxaca, la Coordinadora se mantendrá porque no confían en la palabra de la presidenta Claudia Sheinbaum y lo que quieren son hechos, no palabras.

Asegura que el gremio no está conforme con que la presidenta haya declarado que la reforma a la ley del ISSSTE que envió el 7 de febrero pasado se retiraba, quieren claridad, así como que también se derogue la reforma que Enrique Peña Nieto envió al Congreso cuando fue presidente de México y que se les reconozcan nuevamente los derechos que perdieron con esa reforma.

En una concentración donde la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en su último corte había contabilizado a 300 docentes y simpatizantes en la calle de Donceles,14 mil en la marcha y tres mil ubicados en la explanada del Zócalo capitalino tampoco están de acuerdo en la fecha en la que los citó Sheinbaum Pardo para continuar con las pláticas.

El 8 de mayo, fecha que se estableció en la reunión que encabezó la presidenta con la Comisión Nacional Única de Negociación de la CNTE, es mucho tiempo para ellos, para que se les dé una respuesta favorable a sus demandas.

Los docentes, que aseguran que si quieren un diálogo, lo único que quieren escuchar es que sus demandas fueron atendidas y se les dio la respuesta solo a su favor.

La consigna, durante los recorridos y en la plancha del Zócalo, es la misma, no dejarse convencer por una declaración, las razones para continuar manifestándose y exigir sus derechos está vigente y es legítima.

En el Hemiciclo a Juárez, las mismas líneas se establecían, Carolina Andrade, también maestra, trataba de mantener el ánimo de sus compañeros, y es que, algunos ya no entendían la necesidad de parar labores y continuar con el paro.

Con altavoz, aseguraba que a ellos no se les había recibido, que, aunque peleaban por las mismas causas de la CNTE en cuanto a la reforma, dijo que no se debía perder de vista que, a ellos, no los habían recibido y por eso era necesario que detuvieran el tránsito del Eje Central. “hasta que nos volteen a ver, al magisterio nos deben mucho y no nos podemos dejar llevar, hay que salir y no detenernos hasta que nos vean y nos reciban”.

La CNTE, mientras continuaba acomodándose y buscando algún espacio vacío para continuar acomodando casas de campaña, anunciaba que tenían ya apoyo internacional.

Y es que, desde Vancouver, Canadá, la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública expresaba su apoyo y que los educadores mexicanos “sepan que pueden contar con nuestra solidaridad, en su lucha por la defensa de la educación pública y por una seguridad social, con pensiones dignas, jubilación por años de servicio y restauración del sistema público, solidario, así como en la lucha por la restitución de la negociación bilateral en ingreso, promoción y estrategia.

Reconoció a la CNTE como un “actor clave en la lucha internacional por los derechos sociales, sus amplias movilizaciones y huelgas a lo largo de cuatro décadas”, las cuales, señaló han permitido “frenar el avance del neoliberalismo y hoy son un dique ante las ofensivas de las oligarquías neofascistas de ultraderecha en todo el continente”.

La CNTE continuará con su paro, de acuerdo con sus planes, y harán reuniones entre las dirigencias de las secciones para acordar las siguientes acciones en los próximos días.