La conexión Zhi Dong Zhang 

Autoridades de seguridad federales anunciaron el jueves 31 de octubre la captura de un ciudadano chino que se encontraba escondido en un departamento de lujo Santa Fe,


Juan Veledíaz

Visto desde el comunicado donde las en la Ciudad de México, acusado del lavado de dinero por 150 millones de dólares producto del tráfico de precursores químicos para elaborar fentanilo entre otras drogas sintéticas, pasaría como una detención más de la lista de traficantes sobre los que los Estados Unidos tienen orden de captura con fines de extradición.

Pero lo que hay detrás de Zhi Dong Zhang no solo son los ocho alias que utilizaba para intentar pasar desapercibido, sino la red de laboratorios en Shanghái y otras ciudades chinas con las que trabajaba desde hace varios años y que lo tenían como uno de los principales proveedores de precursores químicos para fabricar fentanilo y metanfetaminas de las facciones que integran el llamado Cártel de Sinaloa y el autodenominado Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), las dos principales organizaciones criminales del país.

Zhi Dong Zhang tiene orden de captura de una Corte de Distrito en Atlanta, Georgia, por su probable responsabilidad en los delitos de asociación delictuosa para importar y distribuir una tonelada de cocaína, mil 800 kilos de fentanilo y más de 600 kilos de metanfetaminas. Además del lavado de dinero de 150 millones de dólares anuales a través de países como Estados Unidos, China, Japón, Europa, Sudamérica, Centroamérica y México. El mecanismo para las transacciones financieras, según fuentes de seguridad federal, es el mismo que se ha detectado con otros ciudadanos asiáticos miembros de la mafia china en el país y que se conoce como “Hawala”, que consiste en una red de conocidos y familiares con empresas de importación en distintos países para hacer entregas de dinero en físico en una región y recibirla de manos de un integrante de esa red también de forma física en otro país. 

El caso de Zhi Don Zhang tiene relación con lo publicado en este espacio en febrero del año pasado cuando se registró cómo operaban las principales organizaciones de tráfico de drogas mexicanas en sociedad con organizaciones chinas con sede en la Ciudad de México utilizando una red empresarial para el lavado de ganancias. Citamos un documento de la Guardia Nacional sobre la participación de las mafias chinas en el lavado de dinero en México, elaborado por la Unidad de Órganos Especializados por Competencia (UOEC), que decía cómo desde el 2018 la secretaría de Hacienda detectó y acreditó la existencia de siete empresas “fachada” que operaban en la zona del Pacífico entre los años 2013 y 2019. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) alertó al inicio del sexenio que las organizaciones delictivas chinas encubrían movimientos de sus recursos financieros con la operación de comercializadoras de prendas de vestir, inmobiliarias, restaurantes, industria farmacéutica, automotriz, servicios veterinarios para mascotas, laboratorios clínicos, comercializadora de productos diversos, entre otros. 

El documento señalaba como vulnerabilidad la utilización de sistemas de pagos alternativos como la “hawala”, al margen de la detección por el sistema financiero que complicaba identificar operaciones realizadas por la delincuencia organizada. Algo así como la red que está detrás de Zhi Don Zhang. 

@velediaz424