El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz, aseguró que, a cien días de trabajos del nuevo organismo judicial, se avanza en su saneamiento, pues la Corte era lenta, anquilosada, ensimismada y hasta soberbia, alejada de la ciudadanía y de los principios de transparencia y rendición de cuentas.
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Ante la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo; y el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, sentenció que quedaron atrás modelos que ya no respondían al país y que hoy se avanza hacia una justicia más humana, abierta y sensible a los derechos humanos.
No obstante, enfatizó que no existe sumisión ni subordinación de la nueva SCJN ante los otros poderes, sino corresponsabilidad institucional y respeto a las atribuciones de cada uno.
Subrayó que la Suprema Corte impulsa una nueva época orientada a fortalecer el acceso a la justicia y a escuchar todas las voces, y que cada decisión busca responder a la pluriculturalidad del país y a la protección efectiva de los derechos humanos.
“A los sectores políticos, económicos y sociales de México deseamos enviar un mensaje claro: pueden contar con una Suprema Corte firme, estable y responsable, que decide con rigor jurídico, ofrece certidumbre en tiempos de cambio y ejerce su autonomía con profundidad democrática”, enfatizó.
Ante integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, jueces, magistrados e invitados especiales, indicó que este informe marca el inicio de una nueva etapa de la justicia, ya que, por primera vez en la historia constitucional, las ministras y ministros fueron electos por voto popular.
A las afueras de la sede de la Corte, defensores de animales, así como Israel Vallarta y Daniel García, exigieron avances en temas pendientes.




