La gira del adiós de Andrés y Claudia

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador será recordado por la violencia, narcotráfico, violación de derechos humanos, pobreza, corrupción y bajo crecimiento económico, sin olvidar los 200 mil muertos, según observadores.



AGENDA CONFIDENCIAL 

 

Luis Soto 

 Andrés Manuel López Obrador no quiere aceptar que su gobierno será recordado como el sexenio de los 200 mil muertos, de la violencia imparable, del narcotráfico incontrolable, de la violación a los derechos humanos, de los 45 millones de pobres, de la corrupción incontenible, del mediocre crecimiento económico. Todo eso es tan grave que no hay Divina Providencia que pueda borrarlo de la memoria colectiva de los mexicanos, apuntan los observadores.   

En ese escenario que no imaginó ni en sus peores pesadillas, el presidente ha optado -aunque todavía faltan tres meses para que concluya su mandato- por recorrer el país para enviar conmovedores mensajes de despedida en lo que él mismo ha llamado “La gira del adiós”, acompañado por la presidenta electa Claudia Sheinbaum, lo que constituye un hecho nunca visto en la historia política reciente, y también en la antigua, de México. Los historiadores no recuerdan que en el viejo PRI que gobernó el país durante más de 70 años consecutivos, el presidente saliente haya acompañado al presidente electo en alguna gira por el territorio nacional. Bueno, el panista Felipe Calderón Hinojosa, enemigo acérrimo de López Obrador para quienes lo hayan olvidado, hizo una “gira del adiós” seis meses antes de terminar su mandato, obviamente Enrique Peña Nieto, presidente electo del “nuevo” PRI no lo acompañó.             

A propósito de finales de sexenio, los viejos de la tribu recuerdan los días postreros del sexenio 1970-1976, cuando el entonces presidente de la República Luis Echeverría Álvarez ejerció hasta el último minuto el férreo control que caracterizó su mandato; aquel presidente de ingrata memoria se despidió de la investidura hasta que llegó el último segundo de su sexenio Constitucional, mientras el actual se despide urbi et orbi con más de un trimestre de anticipación y encomienda su destino a Claudia Sheinbaum. 

Los analistas políticos preguntan. ¿Cuál es el objetivo del presidente de la República de organizar y realizar una “gira del adiós” con la presidenta electa? Y lo único que se le viene a la cabeza es que López Obrador quiere hipnotizar al “pueblo sabio” de que con Claudia le va a ir igual de bien, y hasta mejor, que con él.  En el marco de esa gira, Claudia Sheinbaum quien será la encargada de construir el segundo piso de la 4T le ha anunciado al “pueblo sabio” que votó por ella, y también al que votó en contra, que tiene la fórmula mágica para solucionar los problemas nacionales y también internacionales que va a dejar pendientes su progenitor y guía espiritual.  

A donde quiera que hayan ido juntos en las últimas dos semanas, Claudia les ha pedido a todos los mexicanos que mantengan vivas las esperanzas y las ilusiones de que el próximo sexenio habrá un país en donde la inseguridad, la violencia, la pobreza, la desigualdad, la corrupción, y otros tantos males que le aquejan se erradicarán. La mayoría de la población sabe que no lo va a conseguir, pero se conformaría con que al menos le baje unas cuantas rayitas al nivel donde actualmente se encuentran esos flagelos. 

@LuisSotoAgenda