El Banco de México (Banxico) ha reducido su tasa de interés en 150 puntos base en lo que va de este año y se anticipa un nuevo recorte en junio; sin embargo, “esta estrategia plantea un dilema complejo: cómo estimular una economía en desaceleración sin perder el control sobre una inflación que ha comenzado a repuntar”, señaló Manuel Sánchez González, economista experto en política monetaria.
Al participar en un podcast del Grupo Financiero Banorte, quien fuera subgobernador del Banco de México, advirtió que, si bien existe espacio para seguir relajando la política monetaria, el entorno inflacionario aún representa un riesgo considerable.
Ello, toda vez que “la inflación no ha estado mucho tiempo por debajo del 4.0%, y ya está regresando a su promedio”, afirmó, luego de que la inflación anual, que cerró mayo en 4.4%, en abril pasado ya se ubicó nuevamente por encima del objetivo de 3.0% +/- un punto porcentual, “lo que complica la estrategia del banco central”.
A lo anterior, se suman presiones externas, como las nuevas políticas proteccionistas en Estados Unidos, que están elevando los costos de importación para México.
Sánchez González comentó que, en el ámbito interno, la economía mexicana muestra signos claros de desaceleración; donde el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ha caído de 4.6% a finales de 2022 a 0.6% en el primer trimestre de 2025.
En este sentido, el Banxico ha mantenido una tasa real ex ante elevada, considerando expectativas de inflación futura, al respecto, Sánchez González subrayó la importancia de que la política monetaria se mantenga flexible ante un entorno cambiante.
Dijo que si bien, la estrategia de guía futura aporta certidumbre, es necesario que el banco central también tome en cuenta la evolución reciente de la inflación al decidir sus próximos pasos, ya que no se descarta que en su próxima decisión de política monetaria observe una nueva reducción a la tasa de interés de 50 puntos base.
Consideró que “una postura restrictiva no siempre garantiza una baja en los precios y que, en el caso mexicano, existen antecedentes de estanflación, es decir, episodios donde la desaceleración económica coincide con presiones inflacionaria”.
De ahí que, ante este panorama, quien fuera subgobernador del instituto central consideró que los recortes en la tasa de interés “deben continuar con mucha cautela. La política monetaria debe permanecer flexible, pero acompañada de una comunicación transparente y una visión clara del comportamiento inflacionario, para sostener la confianza en la estabilidad económica del país”.




