La salida de Martín Anselmi pegó y fuerte en Cruz Azul, que por tercer juego consecutivo en el inicio del Clausura 2025, no pudo sacar la victoria y apenas tiene dos puntos de nueve disputados, tras empatar 1-1 con Puebla en el Estadio Olímpico Universitario.
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Algo en esta Máquina no funciona; se siente incómoda en su “nueva” casa, su afición intenta demostrarle su apoyo, pero simple y llanamente se sabe visitante por más que intenta hacer la atmósfera como si fuera su campo y no uno rentado.

Aunado a ello, la intempestiva y “tracionera” salida de Anselmi, también le pegó a los aficionados; es lo mismo que una ruptura amorosa: la fanaticada celeste estaba enamorada del argentino y él los dejó de un momento a otro.
Vicente Sánchez, quien fue el encargado en el banquillo de sacar a flote este primer juego ya sin el técnico argentino, curiosamente se vistió prácticamente igual a como acostumbraba Anselmi, todo de negro y con tenis blancos, quizá para que la afición celeste no resintiera tanto la ausencia.
Pero Cruz Azul se perdió en el marasmo de la semana que sucedió antes de este juego, más allá de que apenas al minuto uno, metió el 1-0 por medio de Lorenzo Faravelli.
Parecia que la vida luego del entrenador argentino que enamoró y decepcionó al mismo nivel, iba a comenzar muy benévola para los cementeros.
Sin embargo, a medida que fueron pasando los minutos, el Puebla de Pablo Guede se fue estableciendo mejor en el terreno de juego, hasta que por medio del uruguayo Emiliano Gómez al 14′, encontró el 1-1.
Posteriormente, al 31′, el árbitro Jorge Camacho había marcado un penal por una falta del arquero Miguel “Wacho” Jiménez sobre Jorge Sánchez dentro del área.
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— CRUZ AZUL (@CruzAzul) January 25, 2025
Sin embargo, le hablaron del VAR y consideró que el guardameta tocó primero la pelota con la mano, antes de llevarse a Sánchez y echó para atrás su decisión.
Cruz Azul inició este juego con doble punta: Gabriel Fernández y Ángel Sepúlveda en busca de aplastar a La Franja. Sin embargo, los dos delanteros están muy fríos y lejos del gol, por lo que tener dos puntas no le funcionó a Vicente Sánchez.
Para el segundo tiempo, el técnico interino modificó su esquema y ya jugó con un solo punta, Giorgos Giakoumakis, además de que le permitió a Luka Romero hacer su presentación en México como media punta.
Y se le vio bien al argentino. Pidió la pelota, no se escondió, buscó ser vertical y peligroso, pero conforme pasaron los minutos fue desapareciendo del campo, más allá de que mostró muy buenos minutos.
Caso contrario al griego Giakoumakis. La realidad es que el helénico ha estado muy por debajo de las expectativas celestes y por lo que costó, es hora de que dé mejores resultados, en un equipo que al igual que en antaño, está comenzando a sufrir de contundencia.
Cierto que Cruz Azul intentó ir hacia adelante y llevarse el triunfo en Ciudad Universitaria, amén de que tuvo algunas jugadas de peligro interesantes.
Pero en honor a la verdad, esta Máquina luce sin espíritu, desganada, desconectada de su realidad y aún sorprendida porque su entrenador, al que la directiva emponderó, los abandonó.
Dos puntos de nueve disputados, son una cosecha muy pobre para un equipo que apenas el año pasado estableció un récord de unidades y que aspiraba a convertirse en Campeón.
Cruz Azul tendrá que resurgir como pueda y deberá hacerlo pronto; de lo contrario y más allá de que el torneo aún es muy joven, puede irse rezagando en busca de meterse a Liguilla directa.




