Rosa Sánchez Navarrete comenzó a hacer ejercicio cuando su esposo sufrió un infarto. Tenía que cargarlo junto con su hija para poder trasladarlo a sus terapias de rehabilitación. Y sintió vergüenza al no poder hacer más por su compañero de vida, con quien cumplirá 53 años de casados. Así empezó el camino que la llevó a ser campeona y romper un récord mundial en Hyrox, deporte híbrido cuya efervescente fama radica en su novedosa forma de combinar carreras a pie con ejercicios de fuerza y funcionales.

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En el Campeonato Mundial Hyrox de 2025 celebrado en Chicago, Illinois, Rosy se llevó la medalla de oro en la categoría de 75 a 79 años con un tiempo de 02:10:20, que la convirtió en la mejor del mundo. Y no conforme, posee el récord mundial, mismo que estableció en Guadalajara con 02:00:03 este mismo año.

“No es que hayamos ido cerrados de ojos porque finalmente tenemos un entreno. Aunque sea para otras disciplinas, ya había la lechuga para la ensalada. Aun así no sabíamos cómo nos iba a ir y fue maravilloso. Romper el récord es un compromiso, no he dejado de hacer ninguna carrera desde el 2023, todas las que se hacen acá en México las he hecho. Y luego califiqué para el mundial, voy a Chicago y me fue muy bien. Hasta hace poquito me la creí, cuando subo a podio y me nombran como la número uno a nivel mundial y represento a nuestro país”, dice orgullosa en charla con OVACIONES.

“Dentro de mi ser no ha cambiado nada. Lo que sí es que sé hacia afuera tengo una gran responsabilidad. Cuando fue esto y se habla de que rompí récord, como tres semanas antes yo había hecho un Hyrox, pero no me llegaba nada (de información). Le decía a mi hijo, ‘oye, yo quería calificar para el mundial’, y así pasaron los días. Esperamos y después apareció la publicación de que en México alguien había roto el récord. Recibimos en nuestro país este logro a nivel mundial pero yo nada más hice mi mejor esfuerzo. Cuando vi el tiempo que había mejorado, es un **compromiso más grande”, agrega.

Pero Rosy no siempre fue una súper atleta. De hecho, recuerda ver a su esposo, Francisco Bermúdez Chapa, siempre activo. Pero fue hace poco más de una década que un problema en el corazón detuvo su vigorosa manera de ejercitarse, mientras ella, decidió cambiar su vida para poder ayudarlo a hacer cosas que antes eran rutinarias.

“Lo disparó el hecho de que mi esposo tuvo un infarto hace 12 años y nos tocó en Australia y vi que a mi hijita y a mí nos costaba mucho trabajo subirlo y bajarlo para la hora de que había que llevarlo a su recuperación en sus terapias. Nosotros íbamos al deportivo, regresamos 4 meses después porque no podía viajar y empezamos a hacer nuestras propias actividades. Él dejó de hacer ejercicio, de hecho camina, cuidando mucho su alimentación y demás”, cuenta.

“Casi siempre hice ejercicio muy moderado. Cuando mis hijos eran chiquitos había que trabajar, la casa, tu trabajo, las madrugadas. Es cada día, el ritual de cada día de las personas cuando ya formamos un hogar y tenemos hijos, entonces en ese momento todo el tiempo aparte de tu trabajo, aparte de tus obligaciones en casa, aparte de todo lo que tienes que hacer, es darle ese tiempo que se requiera a tus hijos. Pero empecé a hacer una carrera, hice mi primer 10K en la Ciudad de México y no paré”, refuerza.

Rosy comenzó a practicar Spartan Race, de hecho, fue campeona mundial de su categoría en 2018 y 2019, pero después de la pandemia, conoció el Hyrox. Y desde entonces, nada la ha detenido en lo que describe como una adicción.

“Esto (Hyrox) no es una moda que surge, esto de verdad. Ha sido como el champán, cuando abres una botella de champán y que empieza tu vida a subir y como es una disciplina que implica carrera, resistencia, mucha fuerza, esto te ayuda en general a tener una maravillosa salud y yo no me visualizo —al menos que algo sucediera, pararía— de otra manera; me visualizo ahí hasta que permitan que siga participando. No hay tope de edad. Si mejoras un segundo es padrísimo, de ahí no puedes bajar, aunque sea un segundo, entonces empiezas a crear un tipo de adicción, porque sí lo es, te vuelves **adicto”, finaliza.