“La noche más venturosa”, pastorela escrita en 1817 por José Joaquín Fernández de Lizardi, regresó a la programación cultural decembrina con un montaje en el Museo Casa del Risco como escenario inmersivo, que integra música de cuerdas y recupera símbolos virreinales para subrayar la vigencia social de un texto que ha circulado durante más de 20 años en espacios patrimoniales de la Ciudad de México.
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La compañía abrió temporada con cuatro funciones del 18 al 21 de diciembre en recinto ubicado en San Ángel, donde la pastorela se integró a la oferta escénica de la ciudad de México como una opción familiar que apostó por humor, música y reflexión.
El texto en verso de Lizardi muestra a pastores que enfrentan tentaciones y virtudes, y refuerza la lectura histórica sobre la manera en que la vida virreinal definió hábitos, costumbres y expresiones que permanecen en la cultura contemporánea.
Alhelí Ábrego, integrante del elenco, explicó que el verso no impide la comprensión, porque el trabajo técnico del elenco garantiza que el público se concentre en la historia y disfrute un texto descrito como divertido por su trazo cómico y sus situaciones morales.
El Museo Casa del Risco abrió sus salas y patios para armar un recorrido cercano entre intérpretes y espectadores, lo que permite observar detalles del montaje y escuchar la interacción entre voces y cuerdas en un formato inmersivo.
La fuente valenciana de los siglos XVII y XVIII funciona como eje visual del espacio, mientras que el vestuario de Brisa Alonso aportó texturas y colores que reforzaron la estética novohispana del relato, comentó Wlises Mendoza, director de la pastorela.
El elenco está integrado por Mario Iván García, Norma Duarte, Cristopher Martínez, Alhelí Abrego, Víctor Roldán, Jéssica Gámez, Pedro Adame, Daniela Pérez Acosta, Wlises Mendoza, Luis de León y Maricel Tuero.
Un cuarteto de cuerdas integrado por África Santiago, Adriana Forcada y Carlos Velarde bajo la guía de Verónica Peralta acompaña escenas con piezas reconocidas e incidentales que impulsan la imaginación del público durante el espectáculo.
La compañía destacó que el museo se ubicó en Plaza San Jacinto, con accesos por Metro Barranca del Muerto, Metrobús La Bombilla y microbuses sobre avenida Revolución, lo que facilitó la llegada de visitantes.
El costo general se fijó en 500 pesos e incluye ponche y tamales gourmet preparados por la chef Elvira Abarca, mientras que estudiantes e INAPAM tienen la oportunidad de adquirir sus entradas al dos por uno.
La compañía afirmó que la pastorela propuso una lectura de esperanza frente a un contexto social complejo, y subrayó la vigencia del teatro como espacio para fortalecer la convivencia y ofrecer un mensaje compartido de paz y comunidad.ortalecer la convivencia y ofrecer un mensaje compartido de paz y comunidad.
