La mañana del pasado domingo 15 de septiembre, Don Antonio Pérez se levantó al baño luego de ver el accidente de su hijo Checo Pérez en el circuito callejero de Bakú, donde en un intento por adelantar a Charles Leclerc, se impactó con el otro Ferrari de Carlos Sainz Jr. De pronto, el padre del piloto mexicano de Red Bull Racing comenzó a sentirse mal. Un fuerte dolor y, de pronto, todo se apagó.
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El político del partido Morena fue encontrado inconsciente en el baño de su casa de la Ciudad de México. Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana llegaron hasta el lugar para brindarle primeros auxilios y trasladarlo a un hospital, donde fue atendido. El piloto tapatío de 34 años de edad estaba a unos 12 mil 500 kilómetros de distancia y su preocupación se disparó al enterarse del estado de salud de su progenitor.
“Todos estaban muy tristes y preocupados, pero estaban muy retirados, no podían hacer ellos nada y tienen grandes compromisos. Checo estaba en Azerbaiyán, Toñito (su hermano) estaba en Las Vegas volando para Singapur, entonces les dije ‘estén tranquilos, estoy en buenas manos’. Lo mejor es que tuve un gran doctor y el consejo que les doy es que si tengo que morir el día de un Gran Premio, tiene que correr la carrera”, cuenta Don Antonio a OVACIONES.
Recuperado y con los ánimos renovados después de haber vivido esa desagradable experiencia, Antonio Pérez se encuentra en el hospitality de Red Bull Racing dentro del Autódromo Hermanos Rodríguez para acompañar a su hijo en el Gran Premio de la Ciudad de México. La gente se acerca y le pide una fotografía, algún saludo y le preguntan por su salud.
“En mi vida me había desmayado. Fue como cuando apagas un carro y deja de sonar. Pero me atendieron bien, ya llevo un mes aquí, ya soy chilango”, recuerda el político poco antes de cargar a un pequeño niño que le pide una selfie. “A esta edad empezó Checo. Solo tengan cuidado, los cuidados necesarios y suerte”.
Pérez Mendoza ha tenido un año de altibajos en la temporada 2024 de la Fórmula 1, donde larga octavo con solo 150 puntos y acumula para nada envidiable seguidilla de 14 carreras fuera del podio. Aún así, su padre ve el vaso medio lleno.
“La mejor (temporada) de su vida, se ha posicionado como el mejor mexicano. Subcampeón del mundo este año, Red Bull campeón del mundo de constructores, es subcampeón en el mejor equipo del mundo. Están haciendo las cosas muy bien, van a regresar, van a regar muy fuertes. Gracias a Dios mi hijo está en el mejor equipo del mundo”, asegura.
Lo cierto es que a nivel personal, Sergio Michel se nota mucho más sereno y maduro que en sus anteriores años cuando buscaba devorarse al mundo de un bocado. Su familia se ha convertido en su soporte, algo que destaca su padre por encima de lo deportivo.
“Mejor que nunca. En el tema emocional, mental, familiar. Su relación con su familia, con sus hijos, con su mujer; espiritualmente muy bien. Es el mejor Checo de la historia. Venga, Checo va a ser campeón del mundo, de una vez lo digo. Hay que tener confianza y vas a ver”, puntualiza.