AIDA RAMÍREZ
Foto: Cuartoscuro
Con la consigna de que “no se destruya un libro más”, inició la 15 edición de remate de libros y discos, que estará abierta hasta el próximo domingo en las inmediaciones del Monumento a la Revolución.
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo aseveró que su administración tiene como objetivo el rescate y la recuperación de la lectura como un eje sustantivo de la conciencia y transformación.
Aseveró que la lectura “siempre transforma mentes, nos hace ciudadanos y ciudadanas críticas, niños y niñas críticas y es fundamental seguir promoviendo la lectura”.
La mandataria local aseguró que ya se trabaja en ver si la ley local es suficiente para evitar la destrucción de libros, o propiciar cambios en la ley federal, para que se permita la donación de libros con condonación de impuestos y las editoriales puedan donarlos a instituciones o escuelas; “es una pena que un libro se destruya, se requiere a una sociedad lectora, consciente y una sociedad transformadora”.
En este renglón, Paloma Saiz, encargada del proyecto del remate de libros, observó que las editoriales no pueden donar libros sin pagar impuestos, ya que son considerados parte de los activos fiscales de las empresas.
Asimismo, la mandataria capitalina aprovechó el momento para celebrar, nuevamente, el anuncio que hiciera el martes pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre la compra de 13 plantas a la empresa española Iberdrola.
“Esto que está ocurriendo hoy que es histórico; histórico porque es el reflejo de que, en efecto, se acabó el neoliberalismo y en el 2018 México inició una nueva historia, si no se lee –con las dos “e”, no como aquel secretario de Educación que no queremos ni recordar–, no se reconoce la importancia histórica de este momento que estamos viviendo”, señaló Sheinbaum Pardo.
De su parte, Paco Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica (FCE), aseveró que “no se puede pedir a un joven que compre un libro si cuesta más que una torta”.
Por ello, señaló la importancia de “romper la idea de que el libro es un bien mercantil, y regresar a que es un bien cultural. Que este país lea más barato, inteligente y divertido”.
