Desde que en 1936 se enfrentaron por primera vez los Pumas CU contra los Burros Blancos del IPN, surgió una profunda rivalidad en los emparrillados, misma que suele levantar pasiones debido al antagonismo histórico que existe entre ambas universidades en el mundo académico. Esta animadversión ha provocado que muchos partidos hayan terminado en desastres, por lo que, como medida, para el juego de la temporada 2024 de la Liga Mayor ONEFA del próximo domingo 15 de septiembre, se determinó disputarlo a puerta cerrada.

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Lo que motivó a que se determinara disputar el encuentro correspondiente a la Semana 2 entre ambas instituciones, fue que las autoridades del Instituto Politécnico Nacional no han podido garantizar la seguridad para los espectadores que pudieran haberse hecho presentes en el Estadio Wilfrido Massieu, ya que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSC) enfocará sus esfuerzos en la seguridad del evento del Grito de Independencia en el Zócalo capitalino.

De esta manera, debido a la mala planeación del calendario de la ONEFA, al no prever que este partido catalogado como de alto riesgo se empalmaría con una tradicional fecha que es por todos conocida en México, nuevamente los aficionados se quedarán sin poder formar parte de un Clásico Estudiantil.

“Le informamos a la afición con mucho pesar que el esperado clásico entre Burros Blancos y Pumas CU tendrá que jugarse a puerta cerrada. Sabemos lo importante que es este encuentro para todos ustedes, pero al caer en una fecha tan emblemática como el 15 de septiembre, la Ciudad de México estará utilizando muchos de sus recursos, incluyendo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, lo que nos impide garantizar la seguridad que este evento merece”, señala el IPN en su comunicado posteado en su cuenta de X.

“Lo más importante para Burros Blancos y el IPN siempre ha sido su afición. Nos hubiera encantado ver nuestro estadio lleno, vibrando con su energía. Sin embargo, lo más importante es su bienestar. Les pedimos que comprenden que esta decisión se toma con la seguridad de todos en mente. Aunque no podemos tenerlos en las gradas, sepan que juegan por y para ustedes. ¡Nos vemos pronto!”, agrega el escrito.

Es así que el primero de los clásicos del futbol americano estudiantil se disputará sin público en las tribunas. A lo largo de su historia, este clásico se ha visto incluso en la necesidad de ser suspendido en varias ocasiones. El más recordado, se dio tras los trágicos eventos del 2 de octubre de 1968, aunque el periodo más extenso en el que no se ha celebrado el encuentro ocurrió en los años 90, tras el descenso de los equipos de la UNAM.

El 15 de noviembre de 2021, Pumas Acatlán vs Águilas Blancas jugaron también a puerta cerrada, aunque esa vez ocurrió como precaución por la pandemia COVID-19. Anteriormente, el último partido entre instituciones de la UNAM y el IPN que se jugó a sin gente en las butacas se suscitó en 2016, cuando las Águilas Blancas visitaron a Pumas CU.

Un ejemplo de otra medida extraordinaria para evitar riñas entre los grupos de animación de ambas universidades, se dio en 2008, cuando l conjunto guinda enfrentó a los felinos en el Estadio Tlahuicole de la ciudad de Tlaxcala.

Para este duelo, los Pumas CU visitarán el Wilfrido luego de un triunfo convincente en su debut en el Olímpico Universitario, mientras que los Burros Blancos cayeron en la primera jornada en su visita a los Linces de la UVM.