‘Lo mataron’

3, noviembre 2021

Octavio portaba un arma, pero no disparó, dice su padre; la bala que le quitó la vida es de otro calibre

Octavio Pérez, padre del actor Octavio Ocaña, reconoció ayer que la pistola que portaba su hijo “sí era de él”, pero que la bala que le quitó la vida no corresponde al calibre de esa arma.

“Fue un disparo de 9mm que venía de afuera, y el tiro que le entró no era de su arma (…) el policía aceptó que le disparó, así de claro”, afirmó.

“Él nunca traía cartucho cortado.

Prohibido. Él no tenía acceso”, aseguró, y culpó a los policías municipales de haberlo matado porque la bala entró por detrás de la cabeza.

Pérez aseguró que los uniformados “la encontraron (el arma) y se la pusieron ahí, como si fuera de un narco”.

Al ser cuestionado sobre la razón por la que su hijo estaba armado, respondió que “te lo dije, te estoy diciendo por qué. Por la inseguridad que vivimos, y teníamos permiso para portar de parte de la Secretaría de la Defensa Nacional”.

En entrevista radiofónica, precisó que “hay cuatro o 5 impactos de bala. A mi hijo le empezaron a disparar. Mi hijo perdió el control”.

Reveló que tiene un video que le dio “un amigo de la Guardia Nacional”, del C5, el mismo que se ha publicado en redes de la persecución, pero que no tiene sonido, aunque él tiene el video satelital, el que se grabó en la carretera federal y ya le iban disparando. “Así que, en su momento, lo presentaré”.

Dijo que su hijo estaba vivo tras el choque y que los policías “nada más se le quedaban viendo, graciositamente”. Dijo que traía una camioneta ostentosa, pero que era su gusto.

 

PRIMERA VERSION

Pérez reveló que hubo una primera versión de la Fiscalía, de la que después se desdijo, lo que hizo suponer que armaron el caso a su manera.

Comentó que un fiscal habló con su hija y que primero le dijo que la prueba de alcohol salió negativa, igual que la prueba de Harrison –para saber si alguien accionó un arma de fuego-.

Más tarde cambiaron la versión. “Dice mi hija ‘ay, ¿qué crees? Siempre sí, salió con la prueba. Por eso me lo traje, querían abrir el cuerpo 4 o 5 veces. Mi hijo no es ningún experimento. Están bien pendejos. Mi hijo no tiene por qué ser experimento de nadie para que lo estén abriendo a cada rato. Por eso llegué por él y me lo traje para mi tierra. Y ya está bajo tierra, pero yo lo estoy viendo y me está viendo él.

Señaló que el actor era una persona sana, sin vicios, que se divertía como cualquier joven de 22 años.

“No voy a parar hasta verlos a todos en la cárcel o no sé cómo le van a hacer”, advirtió.