Bajo el techo del Estadio Santiago Bernabéu, esa aura tan única que rodea el templo sagrado de la afición merengue, inspiró a los Miami Dolphins para conseguir una histórica victoria en la primera visita de la NFL a España. Las luces y los fuegos artificiales trasladaron la magia de la liga con un ambiente muy parecido al Super Bowl para una batalla de desgaste que terminó por sepultar la ya maltrecha esperanza de los Washington Commanders.

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Ha sido un éxito rotundo el primer partido de la mejor liga de futbol americano del mundo en territorio español. Pero para su mala suerte, el equipo de la capital estadounidense extendió su mala racha a seis derrotas con una amarga caída 16-13 en tiempo extra ante los Dolphins, en un desenlace que sintetizó una temporada para el olvido que se escapa de sus manos dramáticamente.

Lo que comenzó como una celebración del fútbol americano en Europa, con actuaciones de Daddy Yankee y Bizarrap frente a 78 mil 610 aficionados, se convirtió en un reflejo de la realidad de dos franquicias en lucha. Lejos del brillo del espectáculo, en el césped se desarrolló un duelo marcado por oportunidades desperdiciadas y errores cruciales.

Washington mostró destellos del equipo que alguna vez fue prometedor. En la segunda mitad, lograron romper el empate con una jugada brillante: un pase de 20 yardas de Marcus Mariota hacia Deebo Samuel Sr. que significó el primer touchdown en España y les devolvió una ventaja que no conocían desde octubre. Por un momento, pareció que la defensa, ahora bajo el mando directo del entrenador Dan Quinn, encontraría su rumbo al contener a Miami en la línea de gol en una crucial cuarta oportunidad.

Pero la esperanza fue efímera. La consistencia que caracterizó al equipo al inicio de la temporada se esfumó en los minutos finales. Una audaz jugada en cuarta y gol desde la yarda 1 falló cuando Zach Ertz resbaló en el momento decisivo. Luego, en el cierre del tiempo reglamentario, se acumularon los errores: un despeje fallido de Mike Sainristil y un gol de campo errado por Matt Gay que hubiera sellado la victoria.

La prórroga fue un golpe fulminante. En la primera jugada, Mariota lanzó una intercepción que Jack Jones capturó para Miami, condenando a los Commanders. Solo se necesitaron unas pocas jugadas para que Riley Patterson pateara el gol de campo ganador desde 29 yardas.

Mientras los Dolphins celebraban, los Commanders emprendieron el camino de regreso a casa con un récord de 3-8 y una semana de descanso por delante que se antoja más para reflexionar que para descansar. El viaje a España, que prometía ser un respiro, terminó por confirmar que los problemas viajan sin pasaporte.

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— Miami Dolphins (@MiamiDolphins) November 16, 2025