Josh Allen tuvo una de las peores noches de su carrera justo cuando se enfilaba a ganar un segundo MVP consecutivo. Pero no ha sido su culpa, sino producto de haber enfrentado a la mejor defensiva de la NFL. Los Houston Texans no contaron con su quarterback estelar CJ Stroud y aún así se las ingeniaron para vencer a los Buffalo Bills el Jueves por la Noche, gracias a las ocho capturas —un récord personal— sobre el pasador de 29 años, mismas que lo dejaron maltrecho y visiblemente dolorido.

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Pero más allá del sufrimiento individual del vigente MVP, quedó por sentado el dominio absoluto de la mejor defensa de la liga en la actualidad. Y bajo las luces del NRG Stadium, los Texans no solo ganaron un partido, pues consolidaron su identidad.

Los Texans lideran la liga tanto en yardas totales permitidas por encuentro con 258.1, como en puntos cedidos con 16.3; cifras que suenan a otra época en una NFL diseñada para favorecer el ataque. De hecho, durante más de dos meses han mantenido ese nivel de excelencia, algo casi extinto en el juego moderno. Según las métricas de EPA por jugada permitida, nadie ha sido más efectivo que ellos en este período.

La pesadilla de Allen se agudizó con 3:13 por jugar en el primer cuarto, en tercera y seis, Will Anderson Jr. lo atrapó por detrás y lo estrelló contra el césped.

Sin embargo, Allen se levantó solo, caminó a la banda, se sentó en la banca, se puso el casco y volvió al juego sin perder una sola snap.

Esa resistencia del quarterback solo sirvió para resaltar la brutalidad de la defensa que tenía enfrente. Anderson Jr. sumó otra captura más y ya lleva seis partidos seguidos consiguiendo al menos una, con lo que ha igualado ya la segunda mejor racha histórica de la franquicia, solo por detrás de las siete consecutivas de J.J. Watt entre 2014 y 2015. Con sus números, Anderson Jr. es ahora mismo el contendiente número uno al Defensivo del Año.

Junto a Danielle Hunter forman probablemente el dúo de alas defensivas más destructivo de la liga.

Los números son históricos. El total de ocho capturas igualó la mejor marca de la franquicia en un solo partido. Presionaron a Allen en el 33% de sus dropbacks.

El safety Calen Bullock cerró la noche con dos intercepciones y un fumble forzado.

Con este triunfo, los Texans mejoran a 6-5. Su defensa recuerda a unidades legendarias como los Baltimore Ravens del 2000.