Javier Aguirre está a punto de debutar como director técnico de la Selección Mexicana, enfrentando el reto de armar un equipo competitivo para los próximos partidos amistosos. Estos encuentros serán cruciales para que el “Vasco” plasme su idea de juego y evalúe el rendimiento de los futbolistas convocados.
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La portería es una de las posiciones que ha generado mayor discusión. A pesar del error de Luis Malagón en la Leagues Cup, el joven arquero parte como favorito para defender el arco. No obstante, Aguirre podría sorprender dando oportunidad a otros guardametas como Julio González o Raúl Rangel, quienes han mostrado un gran nivel en sus clubes.
En la línea defensiva, Aguirre apostará por jugadores con experiencia en el fútbol europeo. Johan Vásquez y César Montes se perfilan como la pareja central ideal, mientras que para los laterales, los nombres de Jorge Sánchez, Gerardo Arteaga y Julián Araujo son opciones fuertes que podrían asegurar solidez en el sector defensivo.
El mediocampo de la Selección buscará equilibrio bajo la dirección de Aguirre. Edson Álvarez se destaca como el líder natural de esta zona, acompañado por jugadores de calidad como Luis Chávez, Érick Sánchez y Fernando Beltrán, quienes también podrían asegurar su lugar en el once titular, formando un mediocampo dinámico y equilibrado entre experiencia y juventud.
En el ataque, la capacidad goleadora será clave. Santiago Giménez, Julián Quiñones e Hirving Lozano son los nombres más destacados para ocupar la delantera. Estos jugadores han demostrado su eficacia en sus respectivos equipos, y Aguirre confía en que serán piezas clave para convertir las oportunidades en goles.
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Aparte de los jugadores principales, otros nombres como Uriel Antuna, Henry Martín, Raúl Jiménez y Jordi Cortizo también podrían ser considerados para la convocatoria. La elección final de Aguirre dependerá del estilo de juego que desee implementar, buscando siempre un balance entre talento y táctica.
Los próximos partidos amistosos serán determinantes para que Aguirre evalúe a sus jugadores y defina su once ideal. Estos encuentros no solo servirán de preparación, sino que también serán una ventana para que el entrenador imprima su sello en el equipo, priorizando la experiencia, el orden táctico, una defensa sólida y un ataque directo y efectivo.
