Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, designó a Alicia Bárcena como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y a Marcelo Ebrard en la Secretaría de Economía, ambos con trayectoria internacional y experiencia en negociaciones de alto nivel en dos temas importantes para la agenda del próximo gobierno: la reforma a la Ley Minera y la demanda de las empresas/gobierno chinos al gobierno mexicano tras haberles cancelado nueve concesiones mineras para la producción de litio en Sonora.
Esta bronca la perderá México, dicen, y eso podría significar otro desembolso para las pretensiones austeras de la nueva administración federal.
Nos dicen que se vienen cambios en varias leyes que afectan la minería: la Ley de Aguas Nacionales, la del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y la Ley para La Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
Y ya se cocina una crisis porque con la suspensión de concesiones, las modificaciones frenaron la exploración y tendrá repercusiones en la producción de minerales. Si no hay puentes entre el nuevo gobierno y la minería mexicana, que debe seguir produciendo, los mercados mundiales no van a detenerse y México será hecho a un lado.
Las empresas mineras se sienten optimistas luego de que en este sexenio varios sectores sufrieron los embates de funcionarios sin experiencia, conocimiento y con ideas “transformadoras” sin resultados benéficos y la minería no ha escapado de esa situación.
Por ejemplo, México es líder mundial por más de una década en producción de plata y todo eso está por irse a la borda si se mantiene la actual política pública en materia de minería.
A estas alturas, hay varias cosas a tomar en cuenta: el gobierno está condenado al fracaso como explorador, y en el esquema actual para que participen los particulares no es viable. Sin exploración la producción se va a pique y las minas funcionando se agotan. La supervivencia de la minería con todos sus beneficios reconocidos incluso por el propio gobierno está en riesgo.
Así que si se trata de ver que las mineras cumplen con la normatividad, llevan bien su control de procesos, que sus cadenas de suministro son importantes para la economía local y nacional, y echarle ojo a su impacto en las comunidades vecinas a sus operaciones, ver si cuidan el medio ambiente etcétera, pues ya los nuevos funcionarios tendrán chance de darse una vuelta por las minas y constatarlo; van a ensuciarse un poco los zapatos, o mejor dicho, las botas porque es obligado que lleven equipo de protección personal, pero valdrá la pena antes de que el destino nos alcance.
¿Es importante la minería?
Bueno, el Informe 2023 de la Cámara Minera de México dice que el sector minero-metalúrgico representó 2.46% del PIB nacional y el 8.63% del PIB Industrial y que en 2022, aportaron 5.5% de los empleos a nivel nacional con salarios superiores en 33% al promedio nacional. El World Gold Council dice que la producción minera mundial de oro totalizó, en 2022, 116.6 millones de onzas, 1.3% más que en 2021, que es la más alta desde 2018. En Latinoamérica, México, se ubicó en la segunda posición, detrás de Perú, y seguido por Brasil, Colombia y Bolivia.
La doctora Sheinbaum tendrá la oportunidad de hacer un balance acerca de las ventajas de tener en la minería un aliado para el desarrollo.
