Mahomes en la gloria eterna, Hurts a la altura

EFE Foto: REUTERS Glendale (EE.UU.).- El Super Bowl LVII acabó con Patrick Mahomes y los Kansas City Chiefs levantando al cielo de Glendale (Arizona) su segundo título en cuatro años. Mahomes dio un paso más hacia la gloria eterna y le ganó un duelo espectacular a Jalen Hurts, mariscal de campo de los Philadelphia Eagles,

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Glendale (EE.UU.).- El Super Bowl LVII acabó con Patrick Mahomes y los Kansas City Chiefs levantando al cielo de Glendale (Arizona) su segundo título en cuatro años. Mahomes dio un paso más hacia la gloria eterna y le ganó un duelo espectacular a Jalen Hurts, mariscal de campo de los Philadelphia Eagles, cuya derrota no mancha una actuación para la historia de la NFL.

Si la temporada 2022-2023 de la NFL fue marcada por la retirada de Tom Brady, considerado el mejor jugador de siempre, la noche de Glendale confirmó que en el fútbol americano hay talento para rato: el de Mahomes, un guerrero capaz de sobreponerse a una grave lesión de tobillo, y el de Hurts, que se convirtió en el primer mariscal de campo capaz de anotar tres ‘TD’ a la carrera en un Super Bowl.

Puede salir con la cabeza alta Hurts, que dejó el terreno de juego tras lanzar 304 yardas, con 27 de 38 en pases y un ‘TD’, además de sus tres a la carrera. Vio líneas de pase extraordinarias y fue protagonista de un auténtico recital en la primera mitad, cuando apenas concedió ocho minutos a la ofensiva de los Chiefs.

Y en la segunda mitad, cuando su equipo estaba siendo arrollado por la magnífica reacción de los Chiefs, intentó rebelarse al destino con un magistral pase de 46 yardas para impulsar el empate a 35.

Es un mariscal de campo que llevó toda la temporada jugando los cuartos downs como si fueran un segundo, negándose a entregar el balón y buscando la jugada decisiva. Carácter y talento de un chico de 24 años que dan derecho a seguir soñando con la gloria a los Eagles.

Pero el trofeo Vince Lombardi acabó entre las manos de Mahomes. ‘MVPat’, como le definió su compañero Travis Kelce al acabar el partido, por su capacidad de sobreponerse al dolor y liderar a su equipo hacia el triunfo.

Llegaba entre algodones tras la lesión sufrida en la ronda divisional contra los Jacksonville Jaguars y su tobillo volvió a sufrir una dura torsión al borde del descanso que pudo suponer el golpe definitivo para él y su equipo.

Así lo vivió el State Farm Stadium, que se quedó mudo al ver como Mahomes regresaba cojeando al banquillo y se torcía por el dolor. Pero la pausa del descanso, más larga de lo habitual por la exhibición de Rihanna, permitió al cuerpo médico de los Chiefs realizar tratamientos y ayudar a que la estrella pudiera seguir compitiendo.

Y no sólo regresó al terreno de juego, sino lo hizo jugando un fútbol celestial, brillando con sus líneas de pase y también llevando el balón, jugadas que llenaron de confianza a sus compañeros.

Su equipo regresó a los vestuarios perdiendo 24-14, pero Mahomes llevó a los Chiefs a puntuar en cada posesión de la segunda mitad, con dos ‘TD’ que les dieron ventaja 28-27, la primera de la noche.

Un retorno de 65 yardas tras el ‘punt’ de los Eagles, el más largo de la historia del Super Bowl, obra de Kandarius Toney, llevó al ‘TD’ de Skyy Moore que abrió una brecha en el marcador.

Pero eso no fue suficiente para contener el talento y la clase de Hurts, que conectó su tercer pase de ‘TD’ y se encargó personalmente de la transformación de dos puntos para el empate 35-35.

Fue entonces cuando Mahomes volvió a ser decisivo. Lo hizo con una carrera de 26 yardas que abrió el camino para el gol de campo de Butker para el 38-35.

“No voy a decir que es una dinastía, porque esto todavía no ha terminado”, avisó, con el trofeo Lombardi entre las manos.