JAVIER CONTRERAS
Foto: Mexsport
Perfil Tigre Chima Ruiz fue presentado como DT de Tigres, con un cuerpo técnico plagado de ex jugadores del club. “Fueron 14 años picando piedra”, dijo.
La traición que significó la manera en la que se fue Diego Cocca a la Selección Mexicana obligó a la directiva de Tigres a buscar refugio en gente de la casa, que conozca al club. Después de tanta tormenta, Mauricio Culebro y Antonio Sancho anunciaron (de manera oficial) la salida del argentino y el arribo de Marco Chima Ruiz como nuevo entrenador.
Se trata de un cuerpo técnico formado en el club, que sabe cómo se maneja la institución, que vistió la playera del equipo y que tiene tiempo preparándose. Al lado del Chima estarán Juninho, Hugo Ayala (la dupla de centrales que tantos títulos le dio a Tigres) y Marcos Ayala, mano derecha de Ruiz. Juan Carlos Ortega, director de fuerzas básicas, será asesor, pero continuará con sus funciones.
“Estoy consciente de la responsabilidad que me otorgaron, son 14 años que he estado picando piedra, he tenido algunos logros en la institución y Selección, el plantel me conoce, sabe cómo me gusta trabajar y solo será de ponernos a trabajar. Mi cuerpo técnico es gente con Perfil Tigre”, comentó el nuevo DT felino en su presentación.
Casi sin tiempo, tendrá que preparar el duelo del sábado frente a Pumas. El entrenamiento está pautado para las 17:00 horas y allí será el anuncio ante el plantel, uno que los integrantes de este cuerpo técnico conocen y muy bien. ¿Cómo jugará el Tigres del Chima? Él mismo respondió.
“Las oportunidades se toman cuando las esperan, hay poco tiempo para el siguiente partido, pero confío en el conocimiento que tengo del plantel. Hay cosas muy buenas, trataremos de reforzar lo que se hace bien y cuando haya tiempo para trabajar, instauraremos ideas propias”, analizó el estratega auriazul.
La materia prima la tiene, porque la directiva le armó un plantel para pelear los dos frentes a Diego Cocca y las exigencias serán las mismas para Ruiz. Culebró aclaró que la palabra interino no le gusta y la obligación es la de siempre: ganar.