LOS DIRECTORES RENÉ CASTILLO Y LUIS TÉLLEZ
Creen que la película ha cambiado el paradigma de animación foto a foto o “stop motion” en el país
Pinocchio y otros personajes del filme homónimo de Guillermo del Toro viajaron en avión a México para que directores mexicanos como René Castillo y Luis Téllez los dirigieran, y así crear una parte de la película cuya labor ha cambiado el paradigma de animación foto a foto o “stop motion” en el país.
“Creo que ‘Pinocchio’ puede cambiar el paradigma y que tenga éxito en todos los sentidos. Yo estoy conmovido con la historia, es una cosa increíble, estamos viviendo una parte muy padre (buena) en la animación”, explicó Téllez en un encuentro con Efe y medios mexicanos.
A través del Taller de Chucho (el Centro Internacional de Animación, CIA), fundado por Del Toro en la ciudad mexicana de Guadalajara, el creador de “El laberinto del fauno” (2006) convocó hace más de un año a 7 directores mexicanos para invitarlos a la aventura de un proyecto que había estado desarrollando por más de una década.
Del Toro le confió a “los siete magníficos” -como han sido apodados- 5 minutos del filme basado en la historia original de Carlo Collodi, que también es dirigida por Mark Gustafson (“Arnold Escapes from Church”, 1988).
Entre los elegidos estaban Téllez, supervisor de animación y animador; Castillo, en la animación; Rita Basulto en la fotografía; Karla Castañeda en el diseño de producción; Sofía Carrillo en el vestuario; Juan José Medina en el arte, y León Fernández como realizador de títeres.
“No creo que llegue ni al 10 % de la película, pero sin dar ‘spoilers’ puedo decir que mandó una escena muy importante que tiene mucho que ver con la sensibilidad del mexicano”, ahonda.
Pero si algo persiguió a estos creativos mexicanos durante el proceso fue la presión de entregar el proyecto a la altura de los grandes estudios que trabajaban en “Pinocchio” en el extranjero y que revisaban con “lupa y en 4k” cada detalle, según relata René.
“La presión no era el tiempo, era alcanzar la calidad, era lo que a mí más me motivaba a dar siempre un extra. Estoy sorprendido porque siempre estaba disfrutando, disfruté cada segundo, fue bien bonito estar con ‘puppets’ (marionetas) hermosos, cada figurita tiene una tecnología absolutamente hermosa de animar”, relata Castillo.
Luis confiesa que para él no hay nada más aburrido que un cuarto lleno de computadoras, por eso la demanda manual que supone la animación fotograma por fotograma lo emociona, y más ahora con el impulso a esta técnica que la producción de “Pinocchio” ha dejado en México.
Esto, afirma, ha adelantado y facilitado la posproducción de este cine de manera exponencial.
“Todos los cortometrajes ‘Hasta los huesos’ (2001) de Castillo, ‘Jacinta’ de Castañeda (2008), ‘Viva el rey’ (2017), todos, son hechos con personajes de alambre y técnicas bastante vistosas pero rudimentarias”, menciona Téllez.