México analiza el decreto de Estados Unidos sobre fentanilo

La presidenta subrayó que la cooperación bilateral en seguridad no modifica la defensa de la soberanía y sostuvo que la estrategia contra las drogas debe centrarse en la atención a las causas del consumo.



El gobierno mexicano inició un análisis detallado del decreto y del proyecto de ley publicados en Estados Unidos que clasifican al fentanilo como arma de destrucción masiva, con el objetivo de identificar sus implicaciones jurídicas y operativas en la relación bilateral en materia de seguridad, informó la presidenta Claudia Sheinbaum.

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Durante la conferencia matutina, explicó que la disposición estadounidense combina un proceso legislativo con una orden ejecutiva, lo que obliga a revisar con precisión su alcance antes de establecer conclusiones sobre eventuales impactos en los acuerdos de cooperación vigentes entre ambos países.

Sheinbaum sostuvo que la visión de México frente al fenómeno de las drogas difiere del enfoque exclusivamente punitivo, al señalar que, si no se atienden las causas del consumo, como la salud mental, el entorno familiar y las condiciones sociales de las juventudes, el problema se desplazará hacia otras sustancias.

Indicó que el combate a los delitos vinculados con el tráfico de drogas corresponde a las fiscalías y al Poder Judicial, pero advirtió que limitar la política pública a la persecución penal resulta insuficiente para reducir de fondo el consumo y la violencia asociada.

En ese contexto recordó que el fentanilo también posee usos médicos legales, particularmente como anestésico, por lo que consideró indispensable aclarar cómo la nueva clasificación impactaría tanto al uso lícito como al ilícito de la sustancia en el ámbito internacional.

La mandataria adelantó que el gobierno federal presentará en los próximos días los resultados de una encuesta nacional sobre consumo de drogas elaborada con el Instituto Nacional de Salud Pública, la cual servirá como insumo para reforzar las políticas de prevención y atención a las juventudes.

Frente a cuestionamientos sobre una eventual presión para una intervención militar extranjera, la presidenta reiteró que la postura de México no cambia y que la colaboración con Estados Unidos se mantiene únicamente bajo esquemas de coordinación y cooperación respetuosos de la soberanía nacional.

La jefa del Ejecutivo subrayó que la defensa del territorio y de la autodeterminación no están sujetas a negociación, y que cualquier estrategia conjunta en seguridad debe excluir de manera absoluta acciones que impliquen la violación de la soberanía mexicana.