La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que el 11 de diciembre pasado se desarrolló la segunda reunión del Grupo de Implementación de Seguridad entre México y Estados Unidos, como parte del seguimiento al Programa de Cooperación sobre Seguridad Fronteriza y Aplicación de la Ley acordado por ambos gobiernos para atender riesgos comunes.

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Durante el encuentro, las delegaciones revisaron los avances registrados desde la reunión previa celebrada en McAllen, Texas, con un enfoque prioritario en el tráfico ilícito de armas, considerado uno de los principales factores que inciden en la violencia vinculada a organizaciones criminales en ambos lados de la frontera.

En la agenda también figuraron los desafíos emergentes para la seguridad global, entre ellos el uso de sistemas aéreos no tripulados por grupos delictivos, fenómeno que ha incrementado la complejidad de las operaciones criminales y que exige nuevas capacidades de análisis, monitoreo y respuesta coordinada entre las instituciones de seguridad.

Ambos gobiernos, expuso la cancillería en un comunicado, coincidieron en la necesidad de profundizar y agilizar el intercambio de información relacionada con el tráfico de armas, así como mantener y fortalecer las acciones conjuntas de incautación de armas y municiones en puntos estratégicos del territorio fronterizo.

Las autoridades acordaron además dar continuidad a la cooperación en materia de extradiciones, así como reforzar las investigaciones relacionadas con el robo de combustibles, con el objetivo de maximizar el impacto de las acciones coordinadas antes de la siguiente reunión del GIS, programada para enero de 2026.

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El gobierno de México reiteró que la cooperación bilateral en materia de seguridad se sustenta en los principios de respeto a la soberanía y a la integridad territorial, confianza mutua, cooperación sin subordinación y responsabilidad compartida, ejes que han guiado el diálogo con el gobierno estadounidense.

La representación de México estuvo integrada por Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte y encargado del despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores, así como por Marcela Figueroa, secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y mandos de alto nivel de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina.

En la delegación mexicana también participaron el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Omar Reyes Colmenares, funcionarios de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la Fiscalía General de la República, incluido Héctor Elizalde Mora, titular de la Agencia de Investigación Criminal.

Por parte de Estados Unidos, la delegación estuvo encabezada por el embajador Ronald Johnson e integrada por Katherine Dueholm, subsecretaria principal adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, y Andrea Goldbarg, directora senior del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

También participaron altos representantes del Departamento de Seguridad Nacional, del Departamento de Defensa, del Departamento de Justicia, del Departamento del Tesoro y de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, lo que reflejó el carácter estratégico y de alto nivel del diálogo bilateral en materia de seguridad.