La crisis en los Pittsburgh Steelers sigue en picada. El domingo pasado, su mala racha se extendió con una ajustada derrota como visitantes ante los Chicago Bears, un resultado que aleja al equipo de sus aspiraciones de Playoffs. Y con Aaron Rodgers fuera, la situación se torna aún más crítica.
La ausencia del mariscal de campo debido a una fractura en la mano derecha, se dejó sentir con fuerza. Mason Rudolph, su sustituto, no logró levantar la ofensiva, cuyo juego mostró graves carencias.
Con esa derrota, los Steelers han perdido cuatro de sus últimos seis partidos, echando a perder el liderato divisional que ostentaban mientras los Baltimore Ravens sufrían la ausencia de Lamar Jackson.
En medio de la frustración, el entrenador Mike Tomlin ofreció un rayo de esperanza sobre el estado de su quarterback estrella:
“Mike Tomlin dijo que tiene ‘gran optimismo’ de que Aaron Rodgers (muñeca) podrá jugar contra los Bills. Me siento cómodo con su trayectoria general”, informó el medio Pittsburgh Post-Gazette.
El regreso de A-Rod es vital para unas aspiraciones que se tambalean. Su temporada ha sido irregular; algunos partidos por encima de las expectativas y otros con actuaciones pobres, como ante los Los Angeles Chargers.
Con un récord de 6-5, los Steelers ahora están empatados con los Ravens por el primer puesto de la división. Los enfrentamientos pendientes entre ambos rivales dejan un hilo de esperanza a la Steeler Nation.
A pesar de esto, la ruta más realista hacia los Playoffs parece ser por un puesto de comodín, escenario que se ha vuelto familiar para la afición. Desde 2016, los Steelers comienzan fuertes, pero terminan desinflándose en la recta final, con eliminaciones en la ronda de comodines.
La situación se vuelve más crítica, pues los Steelers recibirán a los Buffalo Bills, pero el posible regreso de Aaron Rodgers podría ser el impulso necesario para intentar salvar la temporada.




