Una auténtica hazaña fue la que logró la nadadora mexicana Lilia Vaca, quien fue a competir al Campeonato Mundial de Natación Masters que se celebró en Singapur el pasado mes de agosto (del 7 al 14), y ganó un total de ¡cinco medallas de oro!

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Lili, como también le gusta que le digan, es una de las competidoras de las llamadas ‘Elite‘, pues ha participado en cuatro Mundiales Masters, y en todos ha conseguido medallas. En Montreal, Canadá 2014 logró 1 de plata y 1 de bronce; en Budapest, Hungría 2017, 2 de bronce; y en Gwangju, Corea del Sur 2019, 2 oros y 3 de plata, que sumadas a las cinco de oro de Singapur, son un total de 14 preseas.

Desafortunadamente, la atleta de 75 años lo ha hecho sola, es decir, a pesar de sus logros y ganas de representar a México, no ha recibido apoyo de las autoridades deportivas de este país. Ya no digamos monetario, pero ni siquiera algún tipo de incentivo o reconocimiento.

“Desgraciadamente en nuestro país no apoyan al seleccionado Máster. Nunca he recibido ningún apoyo de nadie, siempre he solventado mis gastos yo misma. En esta ocasión (Singapur) se pidió un apoyo a la CONADE, mi hija les escribió pero no obtuvimos ninguna respuesta. Entonces los gastos siempre han sido solventados por mí y la verdad qué tristeza que el deporte en México esté así. Si en ocasiones no apoyan a los Elite, menos a los Máster. Ni siquiera con un uniforme completo, una playera, que me dijeran: ‘mira, te compro el traje de baño’, que es lo más caro que nos cuesta, entre 10 y 15 mil pesos”, lamenta la multimedallista.

Y ahora que regresó de Singapur con sus cinco medallas doradas colgadas al cuello, tampoco se acercaron a ella.

“No, desgraciadamente no; no puedo mentir, no se han acercado para decirme: ‘felicidades, qué bueno por tu resultado’”.

Pero es algo que no desmotiva a Lili, pues ella practica la natación y compite por otras razones más poderosas:

“Esto lo hago por amor a mi deporte, por amor a la natación, por amor a mí misma porque esto me da salud. Imagínate si estuviera sin hacer ningún ejercicio. Pero además sigo trabajando como empleada federal y lo combino con lo que más amo que es la natación. Independientemente de todo soy sobreviviente de cáncer y obviamente esto me ha ayudado a ser más fuerte, a tener energía, a tener fuerza y salir adelante, por eso sigo nadando, me conservo bien de salud y con la mentalidad de salir adelante y no darme por vencida nunca ante ninguna adversidad”, aclara.

Hace unos días recibió un pequeño reconocimiento en la Cámara de Diputados por su hazaña, el cual fue organizado por el legislador para quien trabaja, en donde le brindaron un minuto de aplausos, algo que la llenó de orgullo y motivación para seguir compitiendo mientras tenga fuerza.

“Me hicieron un reconocimiento en la Cámara de Diputados, todos los legisladores se levantaron, me aplaudieron. Fue algo que no me esperaba. Qué bueno que me hicieron este reconocimiento en vida, fue una emoción tal que de verdad salí del pleno llorando. Para mí eso es muy gratificante”, reconoce.

“No estoy pidiendo nada, únicamente que se me dé un reconocimiento y si cuando pedí un apoyo no me lo dieron, no pasa nada, yo sigo apoyándome con mis propios medios. No solamente los jóvenes (deben recibir apoyo), también los grandes tenemos nuestro mérito, tenemos un respeto, y creo que lo merecemos”, agrega la señora Lili.

En el pasado Campeonato Mundial de Singapur, Lili destacó de entre una delegación de 118 competidores mexicanos, aunque también hubo otros que lograron preseas. Lo extraño, cuenta, es que esta vez no la dejaron subir al podio con la bandera de México, pero además, no tocan el himno nacional a las y los ganadores… Ah, tampoco hay premio económico.

“Por desgracia no nos ponen el himno nacional. Nos dieron nuestra medalla, un pin que era un corazoncito rojo, pero es todo. Desconozco la razón pero prometo informarme porque es importante saberlo, inclusive no pudimos subir con la bandera del país. Anteriormente, me acuerdo, en otros mundiales sí podías subir con tu bandera pero ahora se prohibió eso”.

Finalmente, Lili le dice a las personas adultas mayores:

“El consejo que le doy a las personas mayores, de la tercera edad, es que hagan deporte, que hagan ejercicio, el que gusten: correr, nadar, bicicleta o simplemente caminar. Eso te ayuda muchísimo al corazón, al cerebro, a tu estado de ánimo, todo eso te ayuda para tener una mente ágil, una mente positiva”.