“La cuarta transformación no saldrá de Palacio Nacional en un milenio“, así lo dijo una senadora morenista sin mucha pena. Muchos pensaron que era un chiste. Otros, que era un desliz. Pero basta rascar un poco para entender que no es ninguna ocurrencia. Es una confesión: Morena se prepara para quedarse para siempre.
LA FUERZA DEL NÚMERO
Morena ya no se conforma con ganar elecciones. Quiere ser un partido-Estado. Esta semana revelaron que llevan un 70% de avance en su meta de 10 millones de afiliados. No es poca cosa: el PRI en su última etapa de gloria llegó a 9 millones. Hoy, el tricolor apenas tiene 1.4 millones de militantes. El Verde, 592 mil. El PT, 457 mil. Movimiento Ciudadano, 384 mil. Morena los ha pulverizado a todos.
Pero no se trata sólo de engordar padrones de militantes. El objetivo es construir un ejército electoral permanente. Y lo están haciendo por dos vías: partido y gobierno.
En la primera, Luisa Alcalde presentó esta semana la estrategia nacional para crear comités en las 71 mil 500 secciones electorales del país. Cinco personas por comité. Más de 350 mil militantes recorriendo colonias, hablando con la gente, repartiendo propaganda. Un enjambre territorial.
A la par, preparan la Escuela Municipalista para anclar su presencia en los gobiernos locales.
EL BRAZO DEL GOBIERNO
Sobre la segunda, López Obrador lo sembró al inicio de su gobierno: los Servidores de la Nación, 19 mil operadores que combinan entrega de apoyos sociales con estructura electoral. Nadie olvida que Marcelo Ebrard los denunció por operar en favor de la precampaña presidencial de Claudia Sheinbaum.
Luego vinieron los Bancos del Bienestar y las Universidades Benito Juárez. Dos proyectos que, más que servicios, son anclas de presencia política. En plena era digital, se apostó por construir ladrillo y cemento en cada región. Porque su mensaje no es otro que decir: aquí está Morena.
Con Sheinbaum, la estrategia no sólo continuó sino que creció. La Presidenta lanzó Salud Casa por Casa, un programa que suena a salud, pero en realidad es estrategia electoral. Un ejército de 20 mil personas que recorrerán los hogares, sobre todo de adultos mayores. El último corte presume un millón de visitas. ¿La oposición tiene algo así? Ni por asomo.
También se suman las Farmacias del Bienestar, que prometen 15 mil sucursales. No resolverán el desabasto, pero sí garantizan visibilidad política. Para comparar: las Farmacias Similares tienen 6 mil.
LA OTRA BATALLA
Y mientras en tierra se arma la maquinaria, también se combate por la vía legal para quedarse por muchas décadas. La toma del Poder Judicial fue sólo el inicio. Ahora siguen el INE y el resto del sistema electoral. La idea no es secreta: asegurar que el árbitro también vista de guinda.
Frente a este despliegue, ¿qué hace la oposición? Muy poco. Reaccionar a cada declaración presidencial, refugiarse en la frivolidad, preferir las entrevistas en vez de caminar por las colonias, hacer ruedas de prensa con mil temas que a nadie le importan. No tienen un proyecto de país que ilusione. Apenas si aspiran a conservar algunos estados, municipios y unas cuantas curules.
Veremos si la posible desaparición de los plurinominales los hace despertar. Porque mientras sueñan con alternancias que no trabajan, Morena siembra su permanencia año tras año.
EL DATO INCÓMODO
El Tren Maya quema dinero público sin freno. En 2024 perdió 2 mil 561 millones de pesos, sin contar subsidios. Este año recibió 3 mil 400 millones sólo en el primer trimestre. Sus ventas fueron apenas 137 millones. Por cada peso que genera, necesitó 25 pesos para operar. Un monumento al derroche.



