Mariano Azuela Güitrón. Foto: Cuartoscuro El mundo jurídico mexicano está de luto. La noche de este viernes falleció a los 89 años de edad Mariano Azuela Güitrón, quien fuera ministro en retiro y expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dejando tras de sí un importante legado en el sistema judicial del país.
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Un pilar del sistema judicial mexicano
La Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió un comunicado lamentando el fallecimiento de quien fuera una de sus figuras más emblemáticas. “Compartimos su dolor y les ofrecemos nuestro más sincero apoyo en estos momentos de profunda tristeza”, expresó el máximo tribunal del país a los familiares y amigos del ministro en retiro.
Mariano Azuela Güitrón fue una figura central en la evolución del sistema judicial mexicano durante las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI. Su trayectoria, que abarcó más de cinco décadas, estuvo marcada por su compromiso con el Estado de Derecho y su visión sobre la función del Poder Judicial en una democracia moderna.
Una vida dedicada al derecho
La carrera de Azuela Güitrón dentro del ámbito jurídico comenzó formalmente con sus estudios de Licenciatura en Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los cuales realizó entre 1954 y 1958.
Paralelamente a su formación, inició su carrera como docente en 1957, impartiendo cátedra en prestigiosas instituciones educativas como el Centro Universitario México, la Universidad Iberoamericana y la Universidad Panamericana, entre otras. Esta faceta como educador la mantendría a lo largo de su vida, formando a numerosas generaciones de juristas mexicanos.
Su ascenso en las instituciones judiciales
El camino profesional de Azuela Güitrón dentro del Poder Judicial comenzó en 1960, cuando se incorporó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación como secretario de Estudio y Cuenta, posición que ocupó hasta 1971.
Posteriormente, su carrera dio un giro importante al ser nombrado magistrado del Tribunal Fiscal de la Federación, cargo que desempeñó durante doce años (1971-1983). Su labor y liderazgo en esta institución lo llevaron a ser designado como presidente del Tribunal Fiscal de la Federación en 1981, lo que evidenció su creciente influencia en el ámbito jurisdiccional.
Su llegada a la Suprema Corte
El punto culminante de su carrera llegó en mayo de 1983, cuando fue nombrado ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, responsabilidad que ejerció hasta diciembre de 1994. Este período coincidió con importantes transformaciones en el sistema judicial mexicano.
Tras la reforma judicial de 1994, que reconfiguró la estructura y composición de la Suprema Corte, Azuela Güitrón fue uno de los juristas que permaneció en el máximo tribunal. A partir del 28 de enero de 1995, fue adscrito a la Segunda Sala de la Corte, donde continuó su labor hasta finales de 2009, completando así casi tres décadas como integrante del máximo tribunal constitucional del país.
Presidente de la Suprema Corte
Uno de los momentos más destacados de su trayectoria fue su designación como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, responsabilidad que asumió del 2 de enero de 2003 al 15 de enero de 2007.
Durante su presidencia, Azuela Güitrón impulsó diversas iniciativas para modernizar el funcionamiento del Poder Judicial de la Federación, fortaleciendo la transparencia institucional y promoviendo una mayor difusión de las actividades jurisdiccionales. Bajo su liderazgo, la Corte también tomó decisiones trascendentales en materia constitucional que han tenido un impacto duradero en el ordenamiento jurídico mexicano.
Su legado en el sistema judicial
La carrera de Mariano Azuela Güitrón coincidió con un período de profundas transformaciones en el sistema judicial mexicano. Su visión del derecho y de la función judicial contribuyó significativamente a la evolución de la jurisprudencia mexicana en diversas materias, desde el derecho fiscal —su especialidad inicial— hasta cuestiones constitucionales de amplio calado.
Como ministro, participó en la resolución de casos emblemáticos que sentaron precedentes importantes en temas como los límites de los poderes públicos, los derechos fundamentales y la interpretación constitucional, dejando una huella indeleble en la doctrina jurídica nacional.
Una pérdida para la comunidad jurídica
El fallecimiento de Azuela Güitrón representa una pérdida significativa para la comunidad jurídica mexicana. Colegas, exalumnos y figuras del ámbito judicial han expresado sus condolencias y reconocido la importancia de su legado tanto en el ámbito institucional como académico.
Su trayectoria, que lo llevó desde las aulas universitarias hasta la presidencia del máximo tribunal constitucional, ejemplifica una vida dedicada al servicio público desde la trinchera del derecho, contribuyendo a la construcción y fortalecimiento de las instituciones judiciales mexicanas en un período crucial de transición democrática.
