El Necaxa volvió a una Liguilla tras seis años de ausencia, pero desaprovechó una infinidad de oportunidades y se quedó con ganas de celebrar con más enjundia que los asistentes a la Feria de San Marcos. Los Hidrorrayos se cansaron de fallar y tuvieron que conformarse con un 0-0 ante Tigres en el juego de Ida por los Cuartos de Final de la Liguilla del torneo Clausura 2025 de la Liga MX.

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El equipo de Aguascalientes disparó un total de 23 remates a la portería felina, ocho de ellos con dirección al arco, pero se encontró con un Nahuel Guzmán en modo bestia. El argentino atajó a diestra y siniestra para evitar la caída de su marco. Y ahora, la serie se definirá el próximo domingo en el Volcán con el juego de Vuelta.

Los Hidrorrayos estaban inspirados y dispuestos a dejar el alma en el campo en busca de hacer historia ante un equipo de la UANL plagado de figuras y talento en cada una de sus líneas. Con ‘La Chata’ como una garantía de explosividad por su banda izquierda, los primeros balones se dirigían hacia sus pies.

Con Pérez como vía preferida de los ataques rojiblancos, fue entonces que llegó la primera gran jugada de peligro cuando, por el centro, José Paradela se abrió espacio y no dudó un segundo en dibujar una parábola perfecta con su pincel izquierdo que hizo volar a Nahuel Guzmán, que con la mano derecha logró evitar lo que estaba destinado a ser un golazo.

El Victoria era una fiesta y ese remate fue la gasolina que incendió de júbilo cada uno de los rincones de un estadio poco acostumbrado a partidos de Liguilla de hecho desde 2019 no rozaban esta instancia en los últimos tiempos. Nicolás Larcamón lo sabía y por ello no paraba de dar indicaciones y de pedirles más a sus gladiadores en el campo.

107'⏱ | #NECvsTIG | 0-0 | ¡Final del partido! Está claro: Este equipo no deja de luchar y lo dará todo por el triunfo en Nuevo León… #RayoHastaElFin4l pic.twitter.com/mvxYFErC9p

— Club Necaxa (@ClubNecaxa) May 9, 2025

Esta intensidad provocó que Juan Pablo Vigón y Johan Rojas se enfrascaran en un ríspido intercambio de empujones y palabras que, si bien no pasó a más, provocó que salieran más y más chispas. El propio Rojas, poco después, volvió a aventar lámina contra Diego Lainez, aunque el juez central Óscar Mejía decía tener todo bajo control.

Juan José Purata tumbó a Kevin Rocero en el área, pero por más aparatosa que fue la jugada, lo cierto es que el de Cartagena, Colombia, aflojó el cuerpo en busca de engañar a los árbitros y de milagro no fue amonestado por su osadía.

De pronto, justo cuando el ritmo de juego parecía comenzar a decaer, Necaxa generó tres oportunidades gol consecutivas que desaprovechó de manera insólita para beneplácito felino.

Ocurrieron a los 35 minutos de juego cuando el inspirado Pavel Pérez disparó de media distancia, Nahuel tapó pero dejó la pelota a la deriva donde Diber Cambindo contrarremató. ‘El Patón’ de nuevo rechazó la pelota con la pierna hacia donde ‘La Chata’ recibió una segunda chance, misma que perdonó ante la incredulidad de la fanaticada necaxista.

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Y cuando parecía que los hidrocálidos no podían desperdiciar más jugadas de gol, un servicio perfecto para Cambindo fue desaprovechado por el de Guachené, Colombia, cuyo cabezazo se pasó por un costado del marco universitario. Para su suerte, el abanderado señaló una falta que anuló todo y le evitó pasar una vergüenza tras su pésimo remate.

Apenas comenzado el segundo tiempo, Diber la hizo poste y cedió a Paradela, quien llega libre por el costado derecho. El argentino le quebró la cintura a su marcador y mandó un servicio rasante que se paseó dramáticamente por toda el área felina sin encontrar un rematador. Pero el equipo de Larcamón seguía el mismo script con el que había cerrado el primer episodio.

Ni cinco minutos pasaron y nuevamente el bonaerense número 10 de los Rayos ensayó con un remate con la parte interna de su peligrosísima pierna zurda que provocó otro vuelo de Guzmán, quien ya era factor para los de Guido Pizarro.

Fue entonces que los de la U de Nuevo León reaccionaron. Adelantaron líneas y Lainez apareció por costado izquierdo desde donde envió un centro perfectamente dirigido para Nico Ibáñez, cuyo remate fue sacado en la línea de gol por Alejandro Mayorga, aunque después todo fue anulado por offside.

Un cambio de juego que cayó en la cabeza de Lainez, fue desaprovechada por la pésima técnica en el juego aéreo del canterano americanista. Y mientras más confiados transitaban hacia la portería rival los Tigres, más se lamentaba Necaxa cada una de las jugadas de gol desperdiciadas a lo largo de una hora de partido.

Paradela prendió un disparo de volea desde fuera del área que Guzmán envió a tiro de esquina; luego tras el cobro, Agustín Palavecino remató y ‘El Patón’ nuevamente evitó la caída de su valla, para hacer lo propio instantes después con un tiro de ‘La Chata’ bien contenido por el héroe del conjunto regiomontano.

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Un choque de Ibáñez con un rival, provocó que el exdelantero del Pachuca quedara muy lastimado y con la nariz ensangrentada, por lo que, para su mala suerte, tuvo que abandonar el campo para ceder su lugar a Marcelo Flores.

Lainez se subió a la motocicleta, ya ubicado por la banda derecha. El habilidoso extremo ingresó al área con la pelota bien pegada al pie, pero al sentir la marca de Mayorga, se tiró un piscinazo que Mejía no le compró y por ende, la pena máxima no fue señalada a pesar de que el tabasqueño se quedó tendido en la alfombra verde.

El partido cayó en un bache derivado del aumento de forcejeo físico entre ambas escuadras, lo que disminuyó naturalmente la presencia del esférico en las áreas. De pronto, un cambio de juego de Flores para Lainez, acabó con un atajadón de Ezequiel Unsain, que recostó y evitó una catástrofe en su cabaña.

Mayorga insistía en los últimos minutos desde el sector izquierdo, desde ahí mandó un servicio preciso para Rocero, cuyo testarazo se pasó por un costado al tiempo que agachaba la mirada al perderse una enésima oportunidad para los Hidrorrayos.

Los ánimos se calentaron poco después, cuando Palavicino le metió un vistoso caño a lo Juan Román Riquelme a Rômulo Zwarg, cuya furia provocó que le dejara ir toda la carrocería para ser amonestado. Ya en el ocaso del juego, el Victoria explotó al reclamar un penal tras una presunta mano de Ozziel Herrera en el área que no marcó el árbitro central debido a que hubo un desvío previo con el muslo.

No hubo para más. Aguascalientes fue una fiesta con este encuentro, pero Nahuel Guzmán se encargó de frenar las festividades con una monumental actuación en la que dejó la serie un bandeja de plata para sus Tigres, que con un empate les es suficiente en el Estadio Universitario de Nuevo León para sellar el boleto a Semifinales.