Sin Tom Brady, la NFL inicia una nueva era… ¿de quarterbacks corredores?

MARTÍN AVILÉS Foto: EFE Por primera ocasión en este siglo, Tom Brady no estará en la NFL. La temporada 2023 marcará un antes y un después en la historia de la liga al tratarse del más ganador de todos los tiempos. Pero no solo por los éxitos cosechados a lo largo de su prolongada estancia

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MARTÍN AVILÉS

Foto: EFE

Por primera ocasión en este siglo, Tom Brady no estará en la NFL. La temporada 2023 marcará un antes y un después en la historia de la liga al tratarse del más ganador de todos los tiempos. Pero no solo por los éxitos cosechados a lo largo de su prolongada estancia en la competencia, sino también porque su adiós marca el fin de la era de los quarterbacks de bolsillo y el inicio de una época en la que los mariscales de campo tienen entre sus múltiples armas, la capacidad de ganar yardas terrestres.

Por supuesto que la NFL le pertenece en la actualidad al mariscal híbrido de los Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes, capaz de lanzar y correr con la misma peligrosidad de una Kaláshnikov. Pero más allá del inigualable talento del estelar surgido de la universidad de Texas Tech, la tendencia se inclina cada vez más hacia el lado de los quarterbacks corredores.

En la liga aún está Aaron Rodgers, quien a pesar de que en sus años mozos tenía una movilidad que le permitía acumular yardas, no era -ni es- un QB corredor. Joe Burrow, recién arribado a la liga en 2020 con los Cincinnati Bengals, también mantiene las bases de la vieja escuela al mantenerse la mayor parte del tiempo en la bolsa de protección. Lo mismo Mac Jones, quien bajo la tutela de Bill Belichick sigue fiel a ese estilo que parece estar en peligro de extinción.

Es tal esta tendencia, que tres de las cuatro mejores temporadas individuales de un mariscal de campo por la vía terrestre han ocurrido en los últimos cuatro años. Una afluencia de talentosos pasadores capaces de escaparse en un acarreo feroz ha elevado el listón para marcar el ritmo de la posición en yardas por tierra.

 

 

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Para poner en contexto, Lamar Jackson lideró con los Baltimore Ravens a todos los mariscales de campo con 695 yardas terrestres como novato en 2018. Cuatro años después, ese total habría ocupado solo el sexto lugar detrás de Justin Fields, el propio Jackson, Josh Allen, Jalen Hurts y Daniel Jones, todos ellos con más de 700 yardas en 2022.

Esos cinco mariscales de campo, junto con la cuarta selección del pasado Draft perteneciente a Indianápolis Colts, Anthony Richardson, están entre los favoritos para liderar la posición en yardas por tierra esta temporada, según estimaciones de la prestigiosa revista Sports Illustrated. Lamar ha corrido para la mayor cantidad de yardas por un mariscal de campo en una temporada, con mil 206 yardas en 2019, de acuerdo con StatMuse empresa que ha recabado esos datos desde 1932. Seguramente, dada la propensión al acarreo del ovoide desde la posición de QB, esta marca se incrementará paulatinamente en los próximos años.

En contraste, el récord histórico de yardas aéreas tiene 10 años de haberse establecido. Lo hizo Peyton Manning en la temporada 2013, cuando acumuló la asombrosa cantidad de 5 mil 477 yardas cuando jugaba para los Denver Broncos. Esa marca es seguida por las 5 mil 476 acumuladas por Drew Brees en 2011 y las 5 mil 316 de Brady en 2021, cuando ya estaba con los Tampa Bay Buccaneers. El cuarto sitio es ocupado por Mahomes quien recién el año pasado consiguió 5 mil 250.

La NFL extrañará, sin duda, al hombre de los siete trofeos Vince Lombardi, las 15 selecciones para el Pro Bowl; los cinco premios MVP del Super Bowl (2001, 2003, 2014, 2016, 2020), y los tres MVP de la NFL (2007, 2010, 2017). Pero su legado es tal, que aunque la posición de mariscal de campo se haya transformado, el recuerdo de lo conseguido por Brady desde la bolsa de protección quedará para siempre en los libros de historia, mismos que contarán las gestas del mejor de todos los tiempos.