El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, reconoció que la demanda de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de abrogar la Ley del ISSSTE de 2007 y regresar al régimen solidario de pensiones es una causa justa, pero consideró que actualmente no es viable por razones presupuestales.

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“La postura ha sido muy clara: volver al régimen solidario de pensiones no sólo para el magisterio, sino para todos los trabajadores del país es justo, es justísimo. ¿Podemos hacerlo? Yo creo que no, por lo menos no en este momento. No es falta de cariño, es un problema presupuestal“, afirmó el legislador al ser cuestionado por la falta de pronunciamiento de las cámaras del Congreso ante el pliego petitorio del magisterio.

Frente a los señalamientos del magisterio sobre la supuesta falta de voluntad del gobierno para negociar, reiteró que la imposibilidad es financiera.

“Estamos siendo muy claros: el presupuesto no da. Nadie está obligado a lo imposible“, sostuvo.

Fernández Noroña explicó que algunas medidas ya se han adoptado, como el retiro a los 56 años para mujeres y 59 para hombres, pero enfatizó que nuevas modificaciones implicaría una presión insostenible para las finanzas públicas. “La esperanza de vida ha crecido mucho. ¿Qué finanzas públicas pueden resistir un esquema donde una persona se retire a los 48 años?”, cuestionó.

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El senador también defendió la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con el objetivo de mejorar las pensiones de quienes se verían afectados por el sistema de cuentas individuales. “Hoy mínimo se van a ir con pensiones de 15 mil pesos quienes iban a irse con pensiones de 4 mil”, subrayó.

En relación con la permanencia del plantón de la CNTE en el Zócalo y la posibilidad de que se extienda hasta el 1 de junio, Fernández Noroña respaldó a la presidenta Claudia Sheinbaum, señalando que el diálogo ya estaba programado y no se justificaba la escalada de acciones. “Fue público que el diálogo estaba para el viernes y, a pesar de eso, siguieron miércoles, jueves y viernes generando tensión“, dijo.

“El reventarle el ingreso a la mañanera, tomar terminales, ¿qué sentido tiene? La ciudadanía se molesta, se tensan las cosas. ¿Para qué tanto problema, si el diálogo estaba aceptado?”, cuestionó.

Sobre su respaldo a la presidenta, dijo que “yo solidario con la compañera presidenta. Si con eso me acusan de traidor, pues que me acusen de lo que quieran”.

El senador rechazó especular sobre posibles intenciones detrás del movimiento, pero destacó que durante años los gobiernos anteriores impulsaron reformas que hoy generan estas problemáticas sin recibir el mismo nivel de escrutinio.

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“Nunca le cuestionaron esto al PRI y al PAN. Cuando hicieron la reforma educativa, quien la echó atrás fuimos nosotros”, concluyó.