Novak Djokovic, el Golden Slam y una cita con la historia en 2024

MARTÍN AVILÉS Foto: EFE El más subversivo de los dioses del tenis está a las puertas de marcar un hito en el deporte blanco. Novak Djokovic buscará conquistar en 2024 el Golden Slam, hazaña que ningún hombre hasta ahora ha sido capaz de lograr. Pero el serbio y su furiosa obsesión por ser el rey

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MARTÍN AVILÉS

Foto: EFE

El más subversivo de los dioses del tenis está a las puertas de marcar un hito en el deporte blanco. Novak Djokovic buscará conquistar en 2024 el Golden Slam, hazaña que ningún hombre hasta ahora ha sido capaz de lograr. Pero el serbio y su furiosa obsesión por ser el rey absoluto de la raqueta, parece ser el elegido para lograr lo que nadie antes y bañarse en el Estigia para erigirse como el más invulnerable tenista de la historia.

No muchas veces el deporte regala la oportunidad de presenciar un momento de perfección. De hecho, en el tenis, la proeza de ganar todos los Grand Slams y la medalla de oro en un mismo año, solamente en la rama femenil Steffi Graf pudo concretarla cuando en 1988, arrasó con todos los títulos major y se llevó la presea áurea en los Juegos Olímpicos de Seúl en aquel año. En tanto, en la varonil, solamente Andre Agassi y Rafael Nadal han podido cosechar un Golden Slam en la carrera, es decir, ganar los cuatro grandes y la dorada aunque no en el mismo año.

 

 

Aunque vale señalar que las oportunidades de alcanzar este logro son escasas, no sólo porque la justa veraniega se realizan una vez cada cuatro años, sino también por el hecho de que el tenis no fue deporte olímpico desde 1924 hasta 1988 por desacuerdos entre la Federación Internacional de Tenis (ITF) y el Comité Olímpico Internacional (COI).

Por esa razón, Fred Perry, Don Budge, Rod Laver y Roy Emerson, Doris Hart, Maureen Connolly, Shirley Fry, Margaret Court y Billie Jean King no pudieron aspirar a este honor a pesar de haber triunfado en los cuatro majors en un mismo año en ese periodo. Pero los récords están para romperse y tras la Guerra de Yugoslavia (1991-2001) un sobreviviente a los ataques de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es la esperanza para ver materializada esa gesta.

Novak Djokovic era solo un niño cuando se desató la balcanización, misma que derivó en la creación de ocho nuevas naciones que, como consecuencia, adquirieron un arraigado sentimiento nacionalista. Gracias a eso, ‘Nole’ es un amante profeso de su país, por lo que reglar un oro olímpico a su pueblo —acompañado de cuatro majors— se ha vuelto su obsesión para 2024.

 

 

Con 36 años de edad, el serbio es el jugador con más cetros de Grand Slam de la historia con 24; con más ATP Nitto Finals (7), con más Masters 1000 (40) y que más semanas ha estado en el número uno del tenis mundial con 409 y contando. Es por eso que solo tiene un reto por delante para confirmarse como el máximo tenista que jamás haya existido, y es el conquistar los cuatro majors en un año natural y ganar los Juegos Olímpicos.

El reto no es para nada menor. ’The Djoker’, hasta en tres ocasiones se ha quedado a un solo título de ganar los cuatro de forma consecutiva en el mismo año. Recién en 2023, ‘Nole’ hegemonizó las conquistas en los torneos de Grand Slam al coronarse en el Abierto de Australia, Roland Garros y el US Open, siendo Carlos Alcaraz, quien evitó su barrida al arrebatarle el prestigioso trofeo de Wimbledon.

Y es que Djokovic es casi perfecto, como su 2023 lo sintetiza. Un robot en la pista que resuelve todo matemáticamente al instante, un cerebro programado para solo ganar y ganar y ganar de nuevo. Una mentalidad inspirada en Kobe Bryant pero multiplicada a la décima potencia.

 

 

Precisamente la ‘Mamba Mentality’ del difunto exjugador de Los Angeles Lakers alguna vez lo salvó del averno. Ocurrió en su grisáceo 2017, cuando se perdió la segunda mitad de la temporada por culpa de unos problemas en el codo que le llevaron incluso a pensar en el retiro. Para suerte de los aficionados al deporte blanco, en su camino se cruzó Bryant.

“Kobe siempre me ayudó cuando más lo necesitaba. Cuando me operaron del codo, mentalmente no estaba bien. Incluso p…